
Las principales formaciones políticas independentistas quieren dejar atrás la imagen de división que han mostrado durante los últimos meses y escenificar su unidad ante el juicio contra los líderes del procés, que debería empezar en el Tribunal Supremo en las próximas semanas. Las cúpulas de JxCat, ERC y la CUP se reunieron este fin de semana en Bélgica con este objetivo, aunque también se abordaron otros temas como la huelga de hambre iniciada por los diputados Jordi Sànchez y Jordi Turull, a la que ayer se sumaron los exconsellers Josep Rull y Joaquim Forn, todos ellos en prisión preventiva en la cárcel de Lledoners (Barcelona).
El expresidente catalán Carles Puigdemont y el actual jefe del Govern, Joaquim Torra, participaron en el encuentro en Bélgica, junto con otros miembros de JxCat como la consejera de Presidencia, Elsa Artadi, o el portavoz parlamentario de la formación, Albert Batet. En cuanto a ERC, tomaron parte el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el líder de los republicanos en el Parlament, Sergi Sabrià. En representación de la CUP, acudieron el portavoz en el Parlament Carles Riera, la exdiputada Mireia Boya y la concejal en Barcelona Eulàlia Reguant. Los partidos participantes valoraron ayer la reunión, que se intentó llevar en secreto y que no constaba en las agendas oficiales.
El portavoz parlamentario de JxCat, Eduard Pujol, confirmó que la cumbre en Bélgica sirvió para poner en común las posiciones de los partidos ante el juicio del 1-O, mientras que Marta Vilalta (ERC) señaló que el encuentro se celebró con la intención de definir una estrategia conjunta por parte de los independentistas, que necesitan "unidad de acción y sintonía" ante los "tiempos difíciles" que se acercan. Por último, Reguant consideró la reunión como "una más" para compartir el análisis del momento político.
Con todo, la intención de ERC y JxCat, socios en el Govern, es no repetir durante el juicio las tensiones que han protagonizado los últimos meses, que han estado a punto de provocar la ruptura del Ejecutivo catalán, especialmente tras el enfrentamiento entre ambas formaciones por la suspensión de los diputados procesados por el TS.