
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confesó ayer que aspira a "agotar la legislatura" y convocar así nuevas elecciones en 2020. Así de tajante se mostró Sánchez en su primera entrevista después de que llegara al poder tras el triunfo de su moción de censura contra Mariano Rajoy el pasado 1 de junio.
Sin embargo, el líder del Ejecutivo es consciente de que no cuenta con los apoyos suficientes para poder desarrollar algunas de sus medidas, como el caso de la derogación de la reforma laboral. En este sentido, Sánchez señaló que "hay que ser realista de la realidad parlamentaria, no hay mayoría para derogarla, pero sí hay unidad para cambiar algunos artículos importantes como la ultractividad, la subcontratación y la igualdad laboral entre hombres y mujeres".
Respecto a este último punto, señaló que es una de sus prioridades políticas y mostró su apoyo con la ley que están tramitando desde Unidos Podemos para luchar contra la brecha salarial. Además, defendió la transparencia como la herramienta clave para acabar con las diferencias entre los sueldos de hombres y mujeres.
También, adelantó que su objetivo es "situar las políticas de igualdad en la cúspide", no solo a nivel de salarios, sino también en la lucha contra la violencia de género.
Toda la intervención del presidente del Gobierno giró en torno al concepto de regeneración democrática que aplicó a todos los niveles: económico, político y social.
Apoyo a los pensionistas
De hecho, uno de los puntos clave de su discurso se centró en las pensiones de las que dijo que no solo quería "garantizar unas pensiones dignas, sino también diseñar un sistema de pensiones que sea sostenible y poder distribuir el crecimiento económico".
En este sentido, Sánchez cargó contra el PP y el estado en el que dejaba las cuentas públicas por el consumo de la denominada hucha de las pensiones. "Este Gobierno va a hacer todo por garantizar la solvencia del sistema, creo que tiene presente y tiene futuro, pero hay que hacer cosas para reducir el déficit de la Seguridad Social. Es evidente que tenemos que abrir el debate sobre cómo se van a financiar".
Sin embargo, el líder del Ejecutivo no avanzó ninguna medida concreta, como su polémico impuesto a la banca, y se limitó a explicar que todavía estaban estudiando las diferentes alternativas. Sobre el impuesto a las tecnológicas de los populares, no obstante, sí que argumentó que consideraba que "no recaudaba lo suficiente".
Paralelamente, apuntó a la necesidad de racionalizar el gasto de la Seguridad Social, de la necesidad de hablar de las cotizaciones -"no para elevarlas, pero sí para destopar las cotizaciones máximas"-.