
Unas 750.000 personas han participado este domingo en la manifestación por la libertad de los presos soberanistas que ha convocado el Espai Democràcia i Convivència, una plataforma que ha sumado a partidos independentistas, entidades sociales y a los sindicatos UGT y CCOO, provocando una sonada controversia.
La Guardia Urbana de Barcelona, sin embargo, había cifrado poco antes la participación en unas 315.000 personas.
La marcha ha transcurrido de forma pacífica, con pancartas -la de cabecera ha sido 'Por la democracia y la cohesión. Os queremos en casa'-, banderas independentistas y catalanas. La movilización ha reclamado la liberación de los líderes encarcelados del 'procés' y la vuelta a casa de los llamados "exiliados", que huyeron de la justicia ante la acción del Tribunal Supremo.
En un día soleado en la capital catalana, los manifestantes portaban esteladas (banderas independentistas) y pancartas en catalán con los lemas "Libertad presos políticos" y "¡Basta de rehenes!", y se oían cánticos de "Puigdemont es nuestro presidente", en referencia al expresidente regional, que se encuentra en Alemania a la espera de si la justicia germana atiende la petición española de extradición.
El manifiesto de Jordi Sànchez
El líder de JxCat en el Parlament, Jordi Sànchez, ha avisado este domingo de que "un Estado autoritario nunca merecerá gobernar un pueblo libre" como la población catalana, ha dicho en un mensaje desde la cárcel.
Lo ha dicho a través de un texto que ha leído su hijo Oriol Sànchez en el acto central de la manifestación de partidos soberanistas y entidades para la liberación de los presos independentistas convocada en Barcelona por el Espai Democràcia i Convivència.
El presidente de Òmnium, el también preso Jordi Cuixart, ha enviado otro un mensaje, que ha leído su pareja, Txell Bonet, y en el que ha reivindicado que se demuestra "una vez más la capacidad del pueblo catalán en su diversidad de unirse en los momentos de injusticia".
El acto coincide con los seis meses de encarcelamiento del líder de JxCat en el Parlament, Jordi Sànchez, y del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart.
"Terminar con los bloques"
El secretario general de CC.OO. en Cataluña, Javier Pacheco, y el secretario general de UGT en la misma región, Camil Ros, han pedido terminar "con la política de bloques" y han insistido en construir puentes de confluencia y convivencia con el objetivo de restituir el bloqueo institucional en Cataluña.
Antes de participar en la manifestación, los secretarios generales han hablado sobre las críticas recibidas por asistir a la convocatoria en Barcelona desde 'Espai Democràcia i Convivència', en defensa de los derechos y las libertades. "Es evidente que hay una campaña mediática por una parte de los extremos porque les enfada que haya dos organizaciones a nivel estatal que estén pidiendo diálogo", ha asegurado Camil Ros.
Consideran que lo importante es que "la gente que está en las prisiones pueda salir", y han dicho que su responsabilidad es intentar generar el máximo de convivencia posible y que los políticos encuentren soluciones políticas.
Asimismo, han sostenido que el artículo 155 está afectando a la falta de Govern que, a su juicio, impide el desarrollo del crecimiento económico y de las políticas sociales, por lo que reclaman "espacios de entendimiento y convivencia para volver a la normalidad".
Respecto a los partidos independentistas, Pacheco ha asegurado que "es momento de terminar con una etapa política que tenía un proyecto legítimo pero que no ha llegado a los términos que se pretendían", y ha exigido cambiar la agenda política y recuperar el autogobierno de manera inmediata.
Unidad
Las entidades que forman el 'Espai Democràcia i Convivència' se declaran "preocupadas por la vulneración de derechos fundamentales y las libertades democráticas", y hacen un llamamiento a participar en la marcha para que los catalanes den una muestra de unidad. El objetivo de esta unidad debe ser defender "las instituciones catalanas, los derechos fundamentales, la cohesión social, el derecho que tiene el pueblo catalán a decidir su futuro político y la democracia".
Todas las entidades que han impulsado el acto coinciden en que existe una "represión" del Estado en Catalunya, pero evitan utilizar de forma conjunta términos con los que no todas se sienten cómodas, como 'presos políticos' para los encarcelados y 'exiliados' para los que residen en el extranjero.