Política

Puigdemont, a merced de la nueva Mesa del Parlament

  • Todo depende de la interpretación del reglamento para presos y huidos
Vista del Parlament de Cataluña. Foto: Luis Moreno

La Mesa del Parlament que debe ser elegida este miércoles tendrá en sus manos la decisión que marcará las mayorías en la cámara catalana. Tiene la última palabra en la interpretación del reglamento respecto a la delegación de voto de los diputados electos en prisión provisional, así como sobre la posibilidad de que Carles Puigdemont pueda ser investido presidente de la Generalitat a distancia, ya sea de manera telemática o delegada en otra persona que presente su programa de gobierno en su nombre. La aritmética permitiría a los comunes presidir el Parlament si se ausentaran seis independentistas.

Pese a que los juristas descartan la viabilidad de esta opción porque el reglamento no la contempla, el acuerdo entre JxCat y ERC para conservar el control independentista de la Mesa puede forzar una interpretación que volvería a judicializar su decisión, ya que la oposición ya ha anunciado que la llevará al Tribunal Constitucional por ilegal.

La semana pasada, PSC y Cs solicitaron informes a los letrados de la cámara catalana sobre una posible investidura telemática, mientras que ERC lo pidió sobre la delegación del voto. Es una cuestión de importancia para los republicanos, que tienen a su líder, Oriol Junqueras, en prisión en Madrid y con el permiso denegado para acudir a votar al Parlament, al igual que los diputados electos de JxCat Joaquim Forn y Jordi Sànchez.

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena declaró el viernes la incapacidad legal prolongada de estos investigados para asistir a los plenos del Parlament, pero les permitió que soliciten la delegación de voto, aunque lavándose las manos sobre los impedimentos: "Corresponde a la Mesa del Parlamento arbitrar -en la forma que entienda procedente y si no hay razón administrativa que se oponga a ello-, el procedimiento para que deleguen sus votos en otro diputado".

A parte de los diputados en prisión provisional, si los cuatro exconsellers que siguen huidos en Bruselas no renuncian a su escaño tras volver a ser elegidos en las urnas, al no poder votar restarán capacidad de sufragio a la bancada independentista. Sin sus cuatro votos ni el de Puigdemont, habría 65 diputados independentistas -entre JxCat, ERC y la CUP-, cuando la mayoría absoluta está en los 68 escaños.

La importancia de estos últimos días antes de la constitución del Parlament se plasma en que el fin de semana hubo reuniones internas de las direcciones de los tres partidos independentistas y de las formaciones que conforman la coalición entre Podemos y los comuns. ERC dice que no aceptará una investidura forzada de Puigdemont, pero debe decidirse antes del 31 de enero, y si no hay mayoría absoluta para un nuevo president, el 2 de febrero en segunda ronda. La fecha límite para evitar nuevos comicios es abril.

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