
Ciudadanos se prepara para lanzar en el recién estrenado 2018 una ofensiva total que permita a la formación naranja superar en intención de voto y, finalmente, en escaños, al Partido Popular. Una disputa por el cetro de la derecha, un intento de 'sorpasso' liberal que para los de Albert Rivera ha comenzado con las elecciones catalanas del 21D y que pretenden afianzar con el fichaje de exdirigentes del PP desechados pero todavía muy bien vistos y valorados por el electorado conservador.
Cuenta el diario El Mundo que Cayetana Álvarez de Toledo (portavoz de la plataforma Libres e Iguales) y Gabriel Elorriaga (exresponsable de Estudios y Programas y exdirector de campaña del PP) son los dos primeros nombres con los que Ciudadanos quiere comenzar a nutrir sus filas de figuras relevantes en la derecha con los que consolidar la tendencia de Cataluña.
Allí, en Cataluña, el PP se ha convertido casi en una fuerza residual. Hacer lo mismo en España es complicado, pero creen en Ciudadanos que sí pueden lograr más escaños que los populares. Por ahora su crecimiento en las encuestas viene acompañado de un claro descenso en los datos del PP.
Un discurso endurecido sobre Cataluña (Rivera defendió sin ambages la aplicación del 155) o la postura contraria al cupo vasco son algunos de los elementos sobre los que se ha hecho pivotar este inicio del cambio que cuenta, curiosamente, con antiguas figuras relevantes del PP como impulsores clave.
Los guiños privados y públicos con los José María Aznar apoya a Rivera, al que valora como un líder de futuro, han mutado la percepción del líder de Ciudadanos y de la propia formación entre mucho votante del PP, algunos desencantados con Mariano Rajoy. En Rivera encuentran las virtudes que echan de menos en el presidente del Gobierno.
Así las cosas, algunas encuestas sitúan a Ciudadanos a sólo cuatro puntos percentuales del PP en intención de voto y convierten al partido naranja en una alternativa sólida para los próximos comicios.
Entre tanto, los futuribles fichajes, Álvarez de Toledo y Elorriaga, desmienten contactos con Ciudadanos, pero no hacen lo mismo con la posibilidad de unirse en un futuro a ellos. Digan sí, o digan no, la intentona del partido más votado en Cataluña para incorporarlos a sus filas muestra cómo la estrategia de Rivera se ha tornado agresiva. Quiere pescar en el caladero de votos del PP y no piensa parar hasta arrebatarle buena parte de su electorado.