El Rey Felipe VI, a través de un mensaje televisado, ha acusado este martes a la Generalitat de Cataluña de mostrar una "deslealtad inadmisible" al Estado español, en su primera intervención tras el referéndum realizado el 1 de octubre. EN DIRECTO | Huelga general en Cataluña tras el referéndum independentista del 1-O.
En un tono duro, sentado en su despacho y sin alardes, con una toma fija, el monarca ha calificado la estrategia liderada por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de "inaceptable intento de apropiación de las instituciones" y ha advertido de que es "responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento" de dichas instituciones.
"Desde hace tiempo, determinadas autoridades de Cataluña han venido incumpliendo la Constitución y el Estatuto. Han demostrado una deslealtad inadmisible al Estado, han quebrantado los principios democráticos y han socavado la armonía de la sociedad catalana, llegando a dividir" ha aseverado, para insistir en la idea de una población fracturada a raíz de la estrategia por parte del Govern.
La recriminación a la Generalitat ha sido constante, y su actitud tachada de "irresponsable", aludiendo en repetidas alusiones a los perjuicios que puede suponer al Estado: "Esas autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y unirán al conjunto de los españoles; y con su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España".
Felipe VI se ha dirigido a la población catalana, a la que ha llamado a manifestarte por las "vías constitucionales", recordando que "sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo". Al término de la referencia, un cable tendido: "En la España constitucional y democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos".
En cuanto al resto de la ciudadanía española, el monarca ha querido transmitir "tranquilidad, confianza y esperanza": "Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos. Porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos". Para terminar, una declaración de intenciones, subrayando su "compromiso como Rey con la unidad de España".
Cacerolada y reacciones políticas
Las reacciones al discurso del Rey no se han hecho esperar. Los manifestantes congregados en las calles de Barcelona durante el tramo final de la jornada de "paro de país" han respondido con una cacerolada en señal de rechazo a lo expuesto por el monarca.
Los cuatro grandes partidos políticos representados en el Congreso de los Diputados también han dado sus impresiones sobre las palabras del Felipe VI. El Partido Popular, mediante Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación, ha pedido que el mensaje del rey "tenga el respaldo de todas las fuerzas políticas".
El PSOE, según fuentes de Ferraz citadas por Europa Press, ha echado en falta "una llamada al diálogo", aunque cree que el Rey ha hecho lo que le correspondía por su figura. Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, ha defendido en un 'tuit' la labor de Felipe VI: "El Rey ha dado la cara por todos". Pablo Iglesias, líder de Podemos, también a través de Twitter, se ha desmarcado del resto para ser crítico con el monarca y ha dicho al "rey no votado" que "no en nuestro nombre", refiriéndose a los votantes de la formación morada.
Una agenda cancelada
Felipe VI anunciaba la semana pasada que cancelaba todos los actos programados entre este lunes y este domingo, coincidiendo con los días posteriores al referéndum ilegal organizado por la Generalitat el 1-O.
Pese a que la Casa Real no se había manifestado hasta ahora, de manera oficial, sobre el desafío independentista, los medios de comunicación afirman que el Rey ha seguido los acontecimientos en Cataluña en contacto permanente con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
La última vez que el Rey abordó la situación de Cataluña fue el pasado día 13 en la catedral de Cuenca, durante la entrega de los Premios Nacionales de Cultura, y lo hizo de forma expresa, con un mensaje en el que garantizó que la Constitución "prevalecerá sobre cualquier quiebra" de la "convivencia en democracia".