
Pedro Sánchez ha instado este martes a Ada Colau a posicionarse "claramente" contra el referéndum del 1 de octubre. Esta presión por conocer las intenciones de la alcaldesa de Barcelona no esconde por parte del secretario general el PSOE la amenaza de que el PSC pueda romper el pacto de gobierno con ella por esta cuestión, si bien asegura no entender su postura a pocos días de la cita.
Sánchez ha dicho que le gustaría que Colau estuviera al lado de los alcaldes socialistas en el cumplimiento de la legalidad y la protección a los funcionarios: "No comprendo que a 15 días -del 1-O- no se haya posicionado claramente".
Lo ha hecho en un desayuno-coloquio del Foro Primera Plana en Barcelona organizado por El Periódico, en el que ha querido participar "a petición propia" un día después de la Diada, y al que ha asistido un nutrido grupo de alcaldes socialistas; el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, entre otros.
De momento, la alcaldesa esclareció un poco más su postura durante la celebración de la Diada, ocasión en la que dijo que haría todo lo posible para que en Barcelona se pueda votar el 1-O pero mostrándose contraria a ceder locales, alargando así la incógnita de cómo apoyará desde Barcelona la celebración del referéndum. Sobre la manifestación del 11 de septiembre, Sánchez sí ha reconocido que visibilizó "la división de la sociedad catalana".
Reunión 'secreta' con Puigdemont
Más allá de Colau, Sánchez ha aprovechado la ocasión para contar por primera vez que el pasado 25 de agosto se reunió con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con quien habló sobre los atentados de Cataluña y también sobre independentismo, ha dicho sin profundizar más en la cuestión.
Entre las medidas para poner fin a las tensiones independentistas, el secretario general del PSOE ha apostado por ceder "más autogobierno en Cataluña, siempre desde la legalidad" y ha vuelto a apostar por el diálogo para superar una situación que no cree que se vaya a solucionar el 2 de octubre. Así, ha recordado al Gobierno central que "es un momento de política de Estado y no de política partidista", que ha su entender a llevado la situación a este nivel.
Es la plurinacionalidad la solución en la que confía Sánchez y que defiende desde el 39 Congreso del PSOE como "la base de la reconciliación", una cuestión que ha abierto el debate interno en el partido socialista. "Tenemos un concepto no nacionalista del término nación", ha dicho Sánchez al asegurar que España es un conjunto de naciones que deben ser reconocidas singularmente dentro de una España unida.