
La alcaldesa de Barcelona continúa sin abandonar su lenguaje ambiguo. Afirma que no impedirá que haya una "movilización", pero sin poner en riesgo a la institución o funcionarios, aunque sin especificar cómo lo hará.
Ada Colau continúa sin dar una respuesta clara a cómo va a ser el grado de participación del Ayuntamiento de Barcelona durante el referéndum el 1-O. La alcaldesa mantiene que no impedirá la "movilización" social de quienes deseen votar, pero que lo hará sin poner en riesgo a la institución o a los funcionarios. Esto obligaría a no abrir los colegios electorales; lo que, necesariamente, no aportaría las garantías que promete Carlos Puigdemont.
Lo ha repetido hoy en un acto de Catalunya en Comú en Cataluña, al que también acudió Pablo Iglesias. La alcaldesa mantiene este lenguaje ambiguo desde el pasado viernes cuando difundió una carta en Twitter pidiendo garantías al presidente de la Generalitat.
La ilegalización por parte del Tribunal Constitucional del referéndum después de que el 'Govern' hubiera mandado una carta pidiendo a los ayuntamientos que se posicionaran públicamente, está ejerciendo mucha presión sobre los alcaldes, que ahora se ven obligados a definirse sobre si participan o no en el referéndum y se adaptan al marco legal. Varios de los principales ayuntamientos de Cataluña ya han adelantado que no cederán locales públicos y Barcelona, por el momento, se encuentra entre ellos.
La capital catalana es una ciudad estratégica para tratar de validar el referéndum de cara a buscar apoyos internacionales. Con 1,6 millones de habitantes, es una ciudad clave y el independentismo está presionando para que Ada Colau se sume a su causa. La alcaldesa siempre se ha mostrado contraria a cómo se estaba planteando el referéndum y ayer reiteró que se impulsaba "dejando de lado a la mitad de Cataluña".
La alcaldesa, sin embargo, durante el acto de hoy de la Diada, fue más crítica con Mariano Rajoy y le mandó un mensaje directo al decirle que no tenía miedo a sus medidas represivas y criticó las actuaciones que está llevando a cabo la Guardia Civil dentro de las investigaciones de cara al referéndum. "El problema no es que se convoque un referéndum unilateral contra el Estado, sino sin el resto de Cataluña", insistió Colau.
"No se puede aceptar quien fomenta el miedo entre nosotros", afirmó y culpó de la situación que actualmente se vive en Cataluña al inmovilismo del Partido Popular.