
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha asegurado que "no había rasgo de radicalización" en el imán de Ripoll al que se considera cerebro de la célula yihadista responsable de los atentados en Cataluña, cuyas características apuntan que es necesario adaptar los protocolos de investigación y actuación.
"El modus operandi ha cambiado", ha sentenciado el ministro en una entrevista en la cadena COPE. Zoido ha explicado que ha sido un atentado diferente porque se trataba de una célula formada por gente muy joven, sin "ostentación" de estar radicalizados y que cambiaron sus planes al torcerse sus intenciones iniciales de un gran atentado en un monumento, por la explosión en la casa de Alcanar donde preparaban bombas.
El ministro ha defendido en todo momento el trabajo policial y las decisiones judiciales que permitieron al imán de Ripoll permanecer en España y ha recordado que se han producido sucesivas operaciones que han permitido detener a cientos de personas y evitado atentados.
Fallos en la detección de la célula y los explosivos
Pero también ha apostado por mejorar los protocolos y adaptarse a esas nuevas formas de actuación del yihadismo en España. También se ha mostrado partidario de revisar el control sobre sustancias que permiten fabricar explosivos, como supuestamente pudo hacer esta célula terrorista. "Esos controles existen. Ha podido faltar a lo mejor algún control y hay que ver cómo evitar que vuelva a suceder. Es lamentable que se haya unido varios factores que han dado lugar a esta circunstancia", ha dicho el ministro.
Zoido ha insistido por último en el mensaje que mantiene el Gobierno desde que se produjeron los atentados, que la coordinación con la Generalitat y entre policías ha funcionado y que todos los cuerpos de seguridad han actuado con la máxima profesionalidad y eficacia.
Por otro lado, el ministro ha reiterado que los Mossos d'Esquadra ya tienen acceso a Europol a través de la unidad nacional que hace de enlace, que dirige la Policía Nacional y en la que participan, junto a los Mossos, la Guardia Civil y la Ertzaintza. "Ya tienen acceso a Europol, pero quieren tenerlo de otra manera", ha explicado Zoido. "Sólo puede haber una unidad nacional por país", ha zanjado, apelando a la normativa de funcionamiento de Europol.
Sí ha admitido que se puede mejorar la agilidad con la que los cuerpos policiales tienen acceso a esa información de la oficina nacional y que eso es lo que se estudia en el marco de la junta de seguridad entre el Gobierno y la Generalitat, que se reunió en julio.
Trapero: "La información policial no fluye"
El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha advertido que la policía catalana no sale "bien librada" en el reparto de la información de organismos de seguridad europeos por parte de la Policía Nacional: "la información que afecta a Cataluña no pasa de Madrid hacia aquí, no fluye".
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Trapero ha lamentado que los Mossos d'Esquadra apenas sabían nada del imán de Ripoll (Girona) Abdelbaki Es Satty, supuesto cerebro de la célula terrorista que perpetró los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona), según un comunicado de la emisora. "Del imán de Ripoll sabíamos muy poco, por no decir prácticamente nada. Sabíamos el nombre de pila", ha lamentado el mayor, que ha asegurado que si los Mossos d'Esquadra hubiesen tenido esta información, la habrían trabajado.
En este sentido, Trapero ha detallado que la información policial procedente de otros países, como del ámbito europeo, llega "por una ventanilla controlada por el Cuerpo Nacional de Policía, que la reparte".
"En este reparto, el cuerpo de Mossos no suele salir bien librado y esto quiere decir que la información que afecta a Cataluña no pasa de Madrid hacia aquí. No fluye. Esto es así y no me lo puede discutir nadie", ha denunciado.
El mayor también ha advertido de que los Mossos d'Esquadra no tienen actualmente conocimiento de ninguna investigación del Ministerio de Interior sobre los imanes en Cataluña.
En la entrevista, Trapero también ha desmentido que la Guardia Civil les pidiera intervenir en Alcanar (Tarragona) tras la explosión de la casa en la que la célula preparaba los explosivos para cometer un atentado de gran envergadura en Barcelona.