El secretario general electo del PSOE, Pedro Sánchez, ha expresado este miércoles su intención de apoyar a los Gobiernos autonómicos socialistas de Andalucía, Asturias, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Extremadura), pero ha avanzado que en la Ejecutiva del partido que tiene en la cabeza no hay sitio para los barones territoriales.
Sánchez se ha desplazado este mediodía a la sede del partido en la madrileña calle de Ferraz para tener un encuentro con los trabajadores del partido, que ha ido seguido de una charla informal con los periodistas, a los que ha avanzado que la Ejecutiva que propondrá al 39 Congreso Federal, que deberá aprobarla, será "paritaria", es decir, que tendrá el mismo número de hombres que de mujeres, e "intergeneracional".
Una intención que afectará a dirigentes como el presidente de Castilla-La mancha, Emiliano García-Page, siempre crítico con Sánchez, que dimitió de la Ejecutiva anterior para anticipar su caída y que hoy ha dejado su futuro orgánico en el aire, a expensas de lo que ocurra en el Congreso Federal de mediados de junio.
En la Ejecutiva Federal que Sánchez formó tras su elección en las primarias de julio de 2014, había diez barones territoriales -es decir secretarios generales de las federaciones- más dos miembros natos que podían participar siempre que lo quisieran en las reuniones de la Ejecutiva como eran los presidentes de Andalucía, Susana Díaz, y Asturias, Javier Fernández.
Sin desvelar ningún nombre, Sánchez ha adelantado que quiere introducir cambios en la estructura de la Ejecutiva e incorporar personas que en las primarias apoyaron a las candidaturas rivales de Susana Díaz y Patxi López. Pero primará por encima de criterios territoriales, la experiencia y conocimiento de cada uno de los elegidos en las áreas que vayan a dirigir.
El nuevo líder del PSOE, elegido el domingo pasado por los militantes de la organización, también ha manifestado que es su deseo que los delegados, en torno a un millar, que las provincias enviarán al 39 Congreso Federal reflejen el resultado de las primarias del domingo.
La diputada socialista Adriana Lastra, llamada a desempeñar un papel destacado en el nuevo liderazgo del partido, avanzó este miércoles en una entrevista en TVE que, con carácter general, estaba siendo posible pactar una única lista de delegados -para evitar presentar listas alternativas y enfrentadas- en todos los territorios con la excepción de Aragón y Andalucía.
La elección de los delegados supone otra batalla porque si hay dos o más listas en cada ámbito de elección, la ganadora tendrá la mitad más uno de los delegados a elegir y las demás candidaturas, si logran un mínimo del 20% de los votos válidos, se repartirán el resto de delegados de manera proporcional al porcentaje obtenido.
La elección de delegados tiene una gran importancia sobre todo en estas circunstancias en las que el voto del PSOE está tan dividido entre los diferentes candidatos, ya que serán los delegados quienes votarán el resto de cuestiones que se diriman en el 39 Congreso socialista, desde la ratificación del secretario general elegido este domingo, a la composición del resto de órganos federales -la Ejecutiva y el Comité Federal, entre otros- y también decidirán sobre las enmiendas que se incluyan en la ponencia marco que se presenta en este cónclave.
Visita a Ferraz
Acompañado por sus dos coordinadores de campaña, la propia Lastra y José Luis Ábalos, designado hoy portavoz provisional del partido en el Congreso, Sánchez ha llegado andando hasta la puerta de la sede sobre las 12:15 horas. En medio de una gran expectación mediática, Sánchez ha respondido con un "claro que sí", entre risas, cuando se le ha preguntado si traía aguja e hilo para coser el partido tras la división vivida en los últimos meses.
En esta ocasión, la imagen de la llegada de Sánchez a Ferraz es bien distinta a la que protagonizó en 2014 cuando también venció en las elecciones primarias. Entonces, lo hizo al día siguiente de ganar y acompañado de la secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz, quien le apoyó en aquella ocasión.
Ahora, tras vencer a Díaz en las urnas, Sánchez ha retrasado tres días su regreso a Ferraz y la primera reunión que tendrá en la sede del partido será con los trabajadores de la casa. La visita se produce un día en el que no estarán el presidente de la Comisión Gestora, Javier Fernández, ni el portavoz, Mario Jiménez.
De hecho, según fuentes socialistas consultadas, Fernández y Sánchez todavía no han cerrado fecha y hora para una reunión, que podría ser la semana que viene, aunque sí hablaron el lunes por teléfono.
Con el regreso de Sánchez a Ferraz se abrirá de nuevo el despacho del secretario general, que no se ha abierto en todo este periodo de transición, con una dirección interina, salvo en una ocasión. Según se ha podido saber, se abrió durante el velatorio de Carme Chacón para acoger a los familiares, amigos y compañeros que se dieron cita en la sede.
Una vez que Sánchez abandonó su despacho en la cuarta planta el 1 de octubre, después de dimitir como secretario general tras perder la votación en un convulso Comité Federal, este espacio ha permanecido cerrado. Según fuentes de Ferraz, ni el despacho de Sánchez ni el de su jefe de Gabinete se han usado desde entonces. El presidente de la Gestora está usando una estancia menor a la del líder del PSOE en la planta 'noble' de Ferraz.
Desde su salida el 1 de octubre, Sánchez sólo ha acudido a Ferraz en tres ocasiones: con motivo del velatorio de Chacón, el 15 de mayo para asistir al debate entre los tres candidatos a la Secretaría General y el pasado domingo para seguir el recuento de las primarias en las que resultó vencedor.
Tres días después de su reelección como secretario general del PSOE, Pedro Sánchez no ha recibido ninguna llamada ni mensaje de felicitación de "nadie del PP", incluido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, según ha asegurado el propio Sánchez en una conversación informal con periodistas. Rajoy dijo el lunes que "ya le llamaría".
A diferencia de lo que asegura el propio Page, el líder del PSOE cree que éste tampoco le ha felicitado, aunque ha admitido que entre los mil mensajes recibidos la noche de del domingo puede que estuviera el suyo y que él no lo viera.