Política

La derrota de Díaz abre la puerta al relevo de sus barones más afines en el PSOE

  • Estos afines a Díaz fueron incapaces de ganar en sus territorios
Susana Díaz, tras perder las primarias del PSOE este domingo. Imagen: EFE.

Si algo ha quedado claro tras las primarias socialistas es que las bases están muy alejadas del aparato. El regreso de Pedro Sánchez al frente del partido, ocho meses después de que el establishment forzase su salida y con el grueso de la estructura remando en su contra, abre muchas incógnitas en el calendario político, algunas en clave interna. La derrota de Díaz amenaza el liderazgo regional de hasta cinco barones socialistas -sin contar a la propia candidata-, que se alinearon claramente en el bando susanista.

Tras el congreso federal llegarán los congresos regionales y se renuevan todos los liderazgos. Y si algo algo ha demostrado el voto secreto es que sin la presión de los avales la influencia de los barones sobre sus bases se desinfla. Ocurrió el pasado domingo en Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón, Asturias o Comunidad Valenciana, donde pese a la campaña a favor de Díaz de los barones, Sánchez se impuso en todas las autonomías salvo las de sus rivales: Andalucía y Euskadi.

En la región manchega, su presidente, Emiliano García-Page, llegó a declararse en campaña "incompatible" con Sánchez. Pero sus militantes, llamados a revalidar o no su liderazgo, no opinan lo mismo. Allí respaldaron a Sánchez con 5.270 votos frente a los 4.783 de Díaz.

En Extremadura, Guillermo Fernández Vara acusó al líder electo de dividir el partido e hizo campaña por Díaz, que pese a todo sacó menos votos que el madrileño. Vara fue uno de los primeros en reaccionar anoche a la victoria de Sánchez y felicitarle a través de Twitter, pero lo cierto es que ya le ha salido contrincante: Eva María Pérez, actual diputada regional, se enfrentará al presidente de la Junta por la secretaría regional del partido. Aunque fuentes cercanas a Sánchez se distancian de este movimiento y apuntan a que se trata de una candidata del ex presidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, lo cierto es que a Vara le ha salido un rival por primera vez en su historia al frente de los socialistas extremeños en el peor momento.

Pero si hay un presidente autonómico que ha quedado desautoriazado tras el proceso de primarias es el valenciano Ximo Puig. Pese a la campaña ejercida a favor de Díaz, Sánchez duplicó en número de avales a la andaluza -9.552 frente a 4.274-, lo que evidencia el escaso control de Puig sobre su federación. En el proximo Congreso puede tener enfrente a un candidato sanchista. Uno de los nombre sobre la mesa es el de José Luis Ábalos, secretario provincial en Valencia y uno de los coordinadores de la campaña de Sánchez.

También salió derrotado en su apuesta por Díaz el presidente de Asturias y de la Gestora, Javier Fernández. En su caso se da por hecho que no continuará al frente de la Secretaria General asturiana.

Ni siquiera el aragonés Javier Lambán, alineado con Díaz y muy crítico con el madrileño, fue capaz de ganar en las urnas, aunque estuvo a punto. Sánchez cosechó 2.903 votos frente a los 2.766 de Díaz.

Con pies de plomo

Aunque la mayoría de estos dirigentes se han apresurado a ponerse a disposición del nuevo líder, tendrán que medir muy bien todos sus movimientos a partir de ahora. La advertencia llegó ayer nítida de boca de Adriana Lastra, mano derecha del nuevo secretario general electo del PSOE. Lo que dijo la militancia a los barones es "que o les representan bien o dejarán de hacerlo", apuntó. Lastra, que descartó aspirar al liderazgo del partido en Asturias, no quiso anticipar "el precio que tienen que pagar" esos dirigentes regionales, "pero sí pediría que pidieran disculpas a la militancia".

La advertencia no es baladí. Los líderes territoriales controlan el proceso de elección del millar de delegados que acudirán al 39º Congreso Federal, el 16, 17 y 18 de junio. Puede jugar sus cartas ahí y forzar una contestación notable a la ejecutiva de Sánchez

Pero tras la cita federal se suceden en cascada los congresos regionales y provinciales, ocasión que el líder electo podría aprovechar para impulsar alternativas a los presidentes. Y aunque no todas tienen opciones reales de propsperar, pueden abrir más la brecha en la familia socialista.

Consciente de su debilidad, Díaz se apresuró a adelantar el Congreso del PSOE-A los días 29 y 30 de julio, lo que apenas deja tiempo a articular una candidatura alternativa. De producirse, las primarias andaluzas serían en julio.

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