La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una conversación informal con los periodistas presentes este lunes en el acto de toma de posesión de su cartera ministerial, explicó que es normal que el presidente del Gobierno haya propuesto a una ministra de su anterior Ejecutivo, en este caso María Jesús Montero, para la Fiscalía General del Estado. Críticas al nombramiento
Montero explicó que el problema es que en España estamos acostumbrados a que los aspirantes a dirigir la Fiscalía sean ajenos al Ejecutivo, pero la ministra no ve ninguna incompatibilidad con que una exministra salga directamente del Ejecutivo para dirigir a la acusación pública, puesto que trabajará con un amplio equipo de fiscales, con independencia, y sin que se generen tensiones.
Así, ha situado las críticas en un simple problema de "apariencia". Pero ha defendido el nombramiento, que no ve reversible, porque considera que la Fiscalía General no perderá un "ápice de independencia" y ha rechazado las críticas de incompatibilidad en el cargo por haber sido ministra de Justicia del mismo gobierno que la nombra como Fiscal General.
En su opinión, las incompatibilidades son para la empresa privada, para evitar que se produzcan intereses cruzados cuando un ministro o secretario de Estado que abandona el Gobierno ficha por el sector privado, pero no son aplicables a la Administración .
