
Como ocurre después de las elecciones desde que el bipartidismo es cosa del pasado, la formación de Gobierno ya no depende solo de quién gana sino de la fuerza que el partido vencedor tenga o pueda juntar para aprobar la investidura a la que tendrá que enfrentarse su candidato en el Congreso de los Diputados para ser designado presidente.
La victoria del PSOE y el preacuerdo para gobernar en coalición entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias parece estar más encaminada hacia un próximo Ejecutivo que a unas terceras elecciones. Sin embargo no todo está dicho y para llegar a la mayoría absoluta en primera vuelta -176 síes- o a la simple en la segunda -más síes que noes-, hace falta echar cuentas. PSOE y Unidas Podemos solo suman 155.