Ochocientos profesores de las seis universidades públicas catalanas se plantaron ayer ante los manifiestos que se votaron y aprobaron hace unos días en esos centros en defensa del derecho a la autodeterminación y de los "presos políticos" y exigieron su retirada en una carta abierta destinada a los seis rectores en plena huelga estudiantil indefinida.
En su queja, destinada a los seis rectores de esos centros, los ochocientos piden la retirada del "contenido aberrante", recuerdan que "la libertad de expresión es un derecho fundamental que corresponde exclusivamente a las personas" y rechazan que se intente dibujar "un pensamiento único sobre cualquier tema, máxime cuando se trata de asuntos que generan una fuerte controversia social".
Las universidades en cuestión son la Universidad de Barcelona, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad Pompeu Fabra, la Universidad de Lleida, la Universidad de Girona y la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona.
En sus manifiestos, muy similares, apoyan también las protestas contra la sentencia del procés y señalan que "no hay margen para el silencio" ante la situación de "represión y la erosión de las libertades y los derechos civiles".
La tardanza de Pedro Duque
El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, se volvió protagonista de esta historia al ser criticado por tardar en apoyar a los ochocientos profesores. Lo hizo a última hora del día después de haber declinado opinar sobre el tema durante un acto en Logroño: "No me meto", expresó e inmediatamente Albert Rivera pidió su dimisión.
Se lo pensaría mejor el ministro, que finalmente mostró su apoyo a los firmantes de la carta abierta a los rectores en un mensaje de Twitter, misma red social que utilizó para aclarar que el "no me meto" se refería a los seis manifiestos.
?? Nuestro agradecimiento a @astro_duque tras su reconocimiento a nuestra labor.
— Universitaris per la convivència (@univconvivencia) October 29, 2019
?? Nuestro agradecimiento a nuestros amigos de @foroprofesores, nuestros colaboradores en esta iniciativa.
?? Nuestro agradecimiento a los más de 800 firmantes. Y a vosotros.https://t.co/IgD7lQ7ceI
El caso de la Pompeu Fabra
De las seis universidades públicas, la Universidad Pompeu Fabra (UPF) vivió ayer la jornada de huelga más tensa. Decenas de estudiantes se encerraron ayer en varios edificios de tres campus reivindicando una evaluación única a aquellos que lo soliciten para, entre otras cosas, poder acudir a manifestarse sin que sus estudios se vean perjudicados.
La protesta surtió efecto y tanto el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC) y como la propia Universidad confirmaron que el rector, Jaume Casals, había aceptado la petición pero que criticaba el bloqueo a los campus que han impedido el acceso a los estudiantes que no querían hacer huelga. "Los derechos de todos los estudiantes han de ser respetados", señala el comunicado al que se puede acceder desde el tuit.
Jaume Casals, rector #UPF, manifesta que no hi ha motiu per continuar bloquejant els campus. Ha establert que hi haurà una avaluació única per als estudiants que ho sol·licitin, el desembre, i també una recuperació única per a aquells que ho desitgin https://t.co/6zLBtg2QHS
— UPF Barcelona (@UPFBarcelona) October 29, 2019
Jaume Casals, rector de la UPF, manifiesta que no hay motivo para continuar bloqueando los campus. Ha establecido que habrá una evaluación única para los estudiantes que lo soliciten, en diciembre, y también una recuperación única para aquellos que lo deseen, dice el tuit.
Secundaria se suma
Para hoy y mañana, el Sindicat d'Estudiants (SE) y el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC) han ampliado la huelga a los institutos catalanes. Secundaria se suma así a la huelga indefinida en los centros universitarios contra la sentencia del procés.