
Las señales que envían las últimas encuestas dan por verosímil que el Partido Popular que dirige Pablo Casado crezca entre 20 y 30 diputados el 10-N. Mientras, y en este corto espacio de tiempo que concluye el próximo lunes a las dos de la tarde -fecha límite para registrar en el Ministerio de Interior las alianzas políticas-, los populares concentran su estrategia en resolver pactos que hagan realidad la fórmula España Suma.
El sostén de esta diligencia es que estudios políticos sobre la materia recalcan que PP y Cs, juntos, pueden dar hasta 30 escaños más, que en el caso de que se presenten por separado.De ahí el interés de Génova por agrupar esfuerzos, primero con el regreso de destacados líderes de la etapa marianista, como Fátima Báñez, Iñigo de la Serna, Fernando Martínez Maíllo o Rafael Hernando, y en segundo lugar, por agrupar a este proyecto a Ciudadanos, afines a los dos partidos, además de independientes, entre los que emergen nombres como el de José María Fidalgo, Rosa Díez o Fernando Savater.
De momento, las vibraciones que detecta la sede nacional del PP no son halagüeñas. Rivera se opone de plano. Sin embargo, "las relaciones con Cs siguen, son continuas"; hasta podría decirse que "muy buenas entre Teodoro García Egea y José Manuel Villegas", mantienen fuentes populares a elEconomista. Pero "Cs no sabe por donde ir", señalan.
Y es esa foto fija la que esclarece la repentina destitución, por parte de Albert Rivera, del secretario de Programas de Cs en el País Vasco. A Javier Gómez se le acusa de pactar con el PP de Euskadi la plataforma Vascos Suman. Pero desde la dirección del PP se sostiene que la de Ciudadanos "era conocedora" de las negociaciones. Una tesis que también respalda un dirigente de la formación naranja, que es amigo con Gómez.
Abierto al constitucionalismo
No obstante, la relación España Suma no se ha desvanecido todavía. El límite es el lunes a las dos y "la mano sigue tendida" a los de Rivera. A propósito de ello, este viernes, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, señalaba que todavía es posible ganar a Sánchez, "si conseguimos unir todo el voto de quienes creemos en España y en la libertad". Así pues, "las puertas están abiertas para quienes defienden la igualdad y la Constitución. Siempre hemos sido un partido amplio en el que ha cabido todo lo que está más allá del PSOE", dice.
En esta línea, la semana pasada, Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz del Grupo Popular en el Congreso, lanzaba la caña y proponía una unión con Cs en Cataluña, ofreciéndole a Inés Arrimadas ir de número uno por Barcelona. Si hiciera falta, Álvarez de Toledo se posicionaría en un segundo o tercer puesto de la lista, donde fuera necesario. Además, añadía la portavoz del PP, también entiende que personas como Inés Arrimadas o Juan Carlos Girauta (número 1 de Cs por Toledo), políticos con los que comparte un proyecto ideológico, fueran partícipes de España Suma.
Esa misma semana, Álvarez de Toledo repetía que no le importaría que Rosa Díez -con quien eE ha intentado hablar, si bien la exdirigente de UPyD ha desistido- volviera a la política. Una propuesta que, según fuentes populares, también se le habría hecho a José María Fidalgo, exsecretario del sindicato CCOO. El filósofo Fernando Savater es otro de los nombres que entran en las quinielas propositivas.
Coser el partido
La comida de Pablo Casado y Mariano Rajoy de la semana pasada ha sido interpretada en clave de unidad -de hecho, Rajoy va a hacer campaña-. Fuentes del PP aseguran que el encuentro tiene una proyección más larga que la de un simple almuerzo. Se trata de recuperar el discurso centrista y de calmar las heridas. La consecuencia es que en el PPbusca la vuelta de Fátima Báñez -quien se mantiene en silencio y no emite ninguna opinión-, y contempla la de Fernando Martínez Maíllo, Rafael Hernando, o la de Iñigo de la Serna, a petición de los barones.
Además, se valoran retoques en listas como la de Madrid -donde ya no están ni Daniel Lacalle ni Andrea Levy-, se espera un posible baile de nombres de una circunscripción a otra, así como la carta de despido para dirigentes, cuyas expectativas fueron sobrevaloradas. En Andalucía suenan voces de cambios.
Fugas
El 'no es no' de Albert Rivera al proyecto del Partido Popular, España Suma, puede acarrear graves consecuencias para Ciudadanos, a tenor de la tendencia que van marcando las encuestas. La última, la de GAD3, le da una caída de hasta 25 escaños, quedando la representación en la cámara Baja con 32 diputados, el mismo resultado que el obtenido en las elecciones de 2016. Para más inri, un reciente sondeo, también de GAD3, apunta que casi la mitad de los votantes de Cs apoyan concurrir con PPy Vox en España Suma, introduciendo una variable que hasta ahora no se había cotejado, y es la de abrir la puerta a los de Santiago Abascal.
Este lunes, Ciudadanos reúne a su Ejecutiva para cerrar argumentos y apoyar a la dirección nacional, que de momento no quiere ni oír hablar de España Suma. Pero, si de verdad viene una guerra por las listas, como dibujan las encuestas, y el partido puede quedar desdibujado, hay quien desde sus filas anticipa que "habrá fugas de Cs al PP antes del 10-N".