
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, realizó ayer una rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas donde acusó a los distintos actores políticos de no haber asumido cuál fue el resultado electoral del pasado 28 de abril.
"Si hoy no hay un gobierno estable es precisamente porque las fuerzas conservadoras del Partido Popular y Ciudadanos dieron a las fuerzas independentistas la llave para poder investir a un presidente del Gobierno de España", aseguró culpando a los líderes de ambos partidos, Pablo Casado y Albert Rivera, de eludir esta responsabilidad.
El mandatario insistió así en que el próximo 10 de noviembre los españoles tienen que "responder si quieren acabar con la provisionalidad". En este sentido, el reto será, según su parecer, que "se movilicen los millones de españoles progresistas y también que aquellas personas que votaron a otras fuerzas y que vieron que sus líderes no dieron estabilidad encuentren en el PSOE la respuesta a esa estabilidad que necesitamos", una velada referencia no solo a Pablo Casado y Albert Rivera, sino también a Pablo Iglesias.
Precisamente, Sánchez también se refirió al desembarco de Íñigo Errejón en la política nacional, que definió como "una recomposición del espacio político que ocupó Unidas Podemos". "Lo vemos con respeto", añadió. Aún así, recordó, el Partida Socialista tendrá "una nueva oportunidad de acabar con la interinidad y garantizarle a este país un gobierno estable, coherente y que le dé perspectiva progresista a los desafíos que tenemos por delante".
El presidente del Gobierno en funciones también fue preguntado por la actitud del presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, sobre los detenidos del CDR que pretendían atentar contra el Parlament y la Guardia Civil. Al respecto aclaró que "el señor Torra lo tiene muy fácil: si no quiere que el independentismo se asocie con violencia, tiene que condenar y criticar el uso de violencia de cualquier grupo vinculado al independentismo".
Sánchez dijo que en ocasiones cuando escucha a Torra siente que éste tiene dificultades a la hora de entender cómo funciona un Estado Social y Democrático de Derecho. En este sentido, le ha recordado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado actúan como policía judicial por orden de los jueces y no por orden del Gobierno, recalcando que España es una democracia con separación de poderes.
Como ya hizo la noche anterior en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Sánchez hizo referencia a la decisión del Supremo sobre la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos. "La democracia española está muy cerca de retirar de un espacio público un monumento a la dictadura franquista", apuntó. Y recordó que algún líder político criticó la sentencia asegurando que esta "divide". "A mí me resulta bastante extraño, porque creo que ni la justicia ni la dignidad ni la memoria dividen", concluyó.