
La negociaciones entre el PSOE y Unidas Podemos están a punto de romperse. Según fuentes moradas, Pedro Sánchez habría llamado a Pablo Iglesias y le habría advertido de que no está dispuesto a ofrecerle ninguna de las competencias reclamadas por Podemos.
Estas competencias son, tal y como dijo el propio Iglesias en el debate de investidura, en Trabajo, Hacienda, Transición Ecológica e Igualdad. De hecho, Sánchez le habría transmitido también esta era su última palabra, según el presidente en funciones, por lo que la última oferta del PSOE no sería negociable en estos ámbitos.
Todo esto después de que ambos formaciones mantuvieran una actividad de negociación frenética desde ayer. La actividad entre ambas formaciones fue incesante la noche del martes y todo el día de hoy. Tanto Carmen Calvo, negociadora jefe de los socialistas, como Pablo Echenique, jefe del diálogo por parte de los morados, han mantenido constantes contactos con el fin de desencallar la negociación en la que, en paralelo, también están participando los equipos del PSOE y Unidas Podemos. Al menos, hasta la llamada de Sánchez.
Última oferta
Como ya explicó este periódico la última oferta del PSOE no gustó a los de Iglesias. Se trató de un pack en el que solo estaban los ministerios de Juventud e Infancia y otro de Vivienda, además de una vicepresidencia –que ya tendría nombre y apellidos: Irene Montero, número 2 de Podemos–.
Obviamente, la oferta no gustó en Podemos, desde donde se ha insistido en un mismo mantra. "Ya hemos cedido en no asumir ningún ministerio de Estado como Interior, Justicia y Exteriores, y además hemos aceptado también el veto de Pedro Sánchez a Pablo Iglesias, algo inédito en los acuerdos de gobiernos de coalición".
De hecho, Podemos todavía aspira a lograr una vieja apuesta: el impuesto a la banca. Ayer la formación volvía a blandir esta medida fiscal con la que se pretende recuperar el rescate bancario ejecutado por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 y que permitiría recaudar al Estado unos 1.000 millones de euros anuales.
A esta reclamación se suma subir el salario mínimo, bajar la factura de la luz y extender la gratuidad de las escuelas infantiles de cero a tres años, así como igualar los permisos de maternidad y paternidad, objetivo que sí que comparte con el PSOE.