La increíble presa de 25.500 millones de euros considerado el mayor proyecto hidroeléctrico del mundo y que cambió el curso del río Yangtsé

La presa de las Tres Gargantas, el mayor proyecto hidroeléctrico del mundo, es una obra monumental de ingeniería que no solo cambió el curso del río Yangtsé, sino que también transformó el paisaje de China y revolucionó su capacidad para generar energía renovable. Este proyecto, ubicado en la provincia de Hubei, a lo largo del tramo medio del Yangtsé, fue diseñado no solo para proveer electricidad, sino también para mitigar las graves inundaciones que afectaban a millones de personas en la región. A pesar de sus beneficios, su construcción ha estado envuelta en controversias debido a su impacto social, medioambiental y cultural.

En realidad, los orígenes del proyecto son muy anteriores. Fue planteada por primera vez en 1919, por Sun Yat-sen, en su libro sobre el desarrollo internacional de China. Ya adelantó en su obra que se podía hacer un dique capaz de generar 30 millones de caballos de fuerza en el cauce de las Tres Gargantas. Aunque no sería hasta 1932 cuando el Gobierno iniciaría los estudios preliminares. Finalmente, la Asamblea Popular Nacional de China aprobó la construcción en 1992 por medio de una votación. De los 2633 delegados 1767 votaron a favor, 177 votaron en contra, 664 se abstuvieron y 25 delegados no votaron.

Un megaproyecto de dimensiones históricas

Con una extensión de más de 2,3 kilómetros de longitud y una altura de 185 metros, la presa de las Tres Gargantas es, sin duda, una de las infraestructuras más colosales jamás construidas. La obra, que se completó en 2012, comenzó a edificarse en 1994 y supuso una inversión de más de 25.000 millones de euros. El propósito principal de la presa fue la generación de electricidad a través de la energía hidroeléctrica, aprovechando el caudal del río Yangtsé, el tercero más largo del mundo.

La capacidad instalada de la central hidroeléctrica es de 22.500 megavatios (MW), lo que la convierte en la mayor instalación de este tipo en el mundo. Para ponerlo en perspectiva, la presa genera suficiente energía para abastecer a ciudades enteras como Shanghái o Chongqing. Además, la producción de electricidad a partir de la energía hidroeléctrica ha permitido a China reducir su dependencia del carbón, un combustible fósil altamente contaminante.

Control de inundaciones y transporte fluvial

Además de su función energética, la presa de las Tres Gargantas desempeña un papel crucial en el control de las inundaciones, un problema que históricamente ha asolado las regiones cercanas al Yangtsé. A lo largo de los siglos, las devastadoras inundaciones del río han cobrado miles de vidas y causado importantes daños económicos. La capacidad del embalse de la presa permite almacenar grandes volúmenes de agua durante la temporada de lluvias, reduciendo así el riesgo de desbordamientos y minimizando los daños en las poblaciones aguas abajo.

El río Yangtsé también es una importante vía de transporte fluvial en China. Con la construcción de la presa, se modernizó el sistema de esclusas, permitiendo que grandes buques comerciales puedan navegar por el río, lo que ha impulsado el comercio entre las regiones interiores de China y las zonas costeras. El flujo constante de transporte de mercancías a través del río ha beneficiado enormemente la economía local, aunque también ha requerido la reubicación de importantes infraestructuras de transporte.

El precio humano y ambiental

A pesar de los beneficios energéticos y de control de inundaciones, el proyecto ha tenido un alto coste humano. La construcción de la presa obligó a la reubicación de más de 1,3 millones de personas, ya que los niveles de agua en el embalse elevaron el nivel del río y sumergieron 13 ciudades, 140 pueblos y más de 1.300 aldeas. Las autoridades chinas llevaron a cabo programas de reubicación para compensar a los desplazados, pero muchos informes destacan que las condiciones de vida de las personas afectadas no siempre mejoraron.

En el ámbito ambiental, los efectos también han sido significativos. La creación del embalse alteró los ecosistemas acuáticos y terrestres de la región. Numerosas especies de peces autóctonos, incluidas algunas en peligro de extinción, han sufrido debido a los cambios en el flujo del agua y la sedimentación del río. También se han detectado impactos negativos en la biodiversidad de la región, con la pérdida de hábitats críticos para diversas especies.

La amenaza a los ecosistemas costeros

Un aspecto menos conocido pero igualmente preocupante es el impacto que la presa ha tenido en los ecosistemas de la costa china. Investigaciones recientes han mostrado que el retén de sedimentos causado por la represa está reduciendo el suministro de nutrientes esenciales para los ecosistemas costeros, lo que podría afectar gravemente la biodiversidad marina. Los sedimentos, que solían fluir libremente por el Yangtsé hasta desembocar en el mar, ahora quedan atrapados en el embalse, afectando las áreas costeras donde la vida marina depende de ellos.

Este déficit de sedimentos en la costa no solo amenaza la vida marina, sino también la seguridad de las zonas costeras, que podrían ser más vulnerables a la erosión y a las tormentas. La pérdida de estas barreras naturales podría tener consecuencias a largo plazo, afectando la pesca, la agricultura y las comunidades costeras que dependen del equilibrio de estos ecosistemas. Este es un desafío adicional que China deberá abordar para mitigar los efectos negativos de este megaproyecto sobre el medio ambiente.

Controversia cultural

Uno de los aspectos más controvertidos del proyecto ha sido la pérdida de valiosos patrimonios culturales e históricos. El área que fue inundada por el embalse estaba repleta de antiguos sitios arqueológicos y reliquias, muchos de los cuales quedaron sumergidos sin posibilidad de recuperación. Las gargantas de Qutang, Wu y Xiling, famosas por su belleza escénica y su importancia histórica, también quedaron alteradas para siempre. Aunque se hicieron esfuerzos para trasladar algunas reliquias, muchas otras fueron sacrificadas en aras del progreso.