Repsol está inmersa en dos operaciones corporativas: la venta del 25% de su negocio de 'upstream' y la colocación de otro 25% de su filial de renovables. Y toda operación de venta ha implicado históricamente un dividendo extraordinario.
Repsol está inmersa en dos operaciones corporativas: la venta del 25% de su negocio de 'upstream' y la colocación de otro 25% de su filial de renovables. Y toda operación de venta ha implicado históricamente un dividendo extraordinario.