
Tras un año 2020 en el que la pandemia impactó en la actividad del mercado ferroviario y ralentizó los procesos de adjudicación, el fabricante guipuzcoano CAF cerró el ejercicio con una cartera de pedidos de 8.807 millones de euros y una contratación que ascendió a 2.123 millones.
"Estas cifras garantizan el desarrollo del grupo y le afianzan para estar de nuevo en máximos históricos, con las adjudicaciones previstas en el mercado ferroviario en el ejercicio 2021", afirmó el presidente de CAF, Andrés Arizkorreta, en el transcurso de la Junta de Accionistas, celebrada el pasado sábado en su sede de Beasain.
Y ciertamente, CAF lleva un positiva primer semestre de 2021 con la adjudicación de varios contratos importantes, tanto en el área ferroviaria como en el de autobuses, a través de su filial Solaris.
Entre sus logros, destaca el megacontrato en París junto a Bombardier, adquirida por Alstom, por un importe de 2.560 millones o unos trenes para Suecia por 250 millones, a los que se suma un 'goteo' continuo de pedidos de autobuses de diferentes tecnologías, ya sea gas natural, hidrógeno, eléctrico o híbridos. "Y mirando al futuro, las perspectivas de mercado son favorables", aseguró Andrés Arizkorreta.
Transporte más sostenible
De hecho, el Plan de Reconstrucción Europeo y el European Green Deal sitúan al transporte en un ámbito prioritario y movilizarán fondos para un transporte más sostenible, dentro y fuera de las ciudades. Además, Unife, la asociación europea de la industria ferroviaria, prevé una recuperación en forma de V, estimando un crecimiento del 2,3% para el ciclo 2021-2025.
Por otra parte, el desarrollo de la electromovilidad urbana con la directiva comunitaria, que establece objetivos mínimos de contratación pública para nuevos autobuses urbanos limpios de un 45% en 2025 y un 65% en 2030.
"Así el ferrocarril y los autobuses de propulsión verde, eléctricos o hidrógeno, son ámbitos donde las inversiones tanto los fondos actuales o los Next Generation, pueden contribuir a los objetivos marcados", explicó el presidente de CAF.
El grupo guipuzcoano se enfrenta a este panorama con cuatro negocios: vehículos, servicios, Solaris y soluciones integrales y sistemas, y tres direcciones transversales, personas, tecnología y estrategia y económico-financiera. "Aspiramos a seguir creciendo de modo rentable con una mayor diversidad de productos, servicios y mercados y la búsqueda de la mayor eficiencia", comentó Arizkorreta a los accionistas.
Para CAF, el posicionamiento en Europa es fundamental por ser el mayor mercado accesible mundial en ferrocaril. En este sentido, el presidente del grupo destacó el acierto del crecimiento inorgánico realizado, con las compras de Solaris y Euromaint, "las mejores muestras de esta apuesta estratégica de entrada en nuevos mercados y nuevos servicios".
Inversión tecnológica
Andrés Arizkorreta aseguró en la Junta de Accionistas que "continuaremos con el esfuerzo inversor en el desarrollo tecnológico de soluciones de movilidad sostenible como el hidrógeno, la acumulación de energía o el ecodiseño, así como en la digitalización integral y cibersegura para procesos, productos y servicios". Las inversiones materiales en 2020 ascendieron a 23 millones de euros.
El presidente de CAF destacó la actividad de la unidad de autobuses en 2020, en la que Solaris registró un récord con 1.560 unidades vendidas, y el crecimiento relevante en las ventas de emisiones bajas y cero emisiones. "Ha sido el mayor fabricante de autobuses eléctricos urbanos de Europa en 2020, con una cuota del 20%, suministrado 457 unidades, cifra casi tres veces superior al año anterior".
En España, Solaris ha presentado a las administraciones su propuesta 'Acelerar 2025' para agilizar la descarbonización del transporte colectivo y cumplir con los objetivos en materia de sostenibilidad.
Oportunidades en señalización
CAF parece estar interesado en adquirir la división de señalización ferroviaria del gigante tecnológico francés Thales, según varias publicaciones, frente a grupos como Alstom o Hitachi. El importe de la operación rozaría los 1.600 millones, una cifra para la que CAF necesitaría un socio financiero. En el caso de poder articular su oferta económica, CAF tendría ventaja respecto a Alstom, porque dada la menor dimensión de la firma vasca podría recibir con más facilidad el visto bueno de las autoridades europeas de competencia. El negocio de señalización aporta ingresos recurrentes, debido al mantenimiento asociado a los contratos. CAF se situaría como uno de los principales jugadores mundiales en este sector. Para hacer frente a la operación, CAF precisaría de 600 millones de financiación adicional de un socio ajeno.