
Así como el plan de reactivación a largo plazo para el País Vasco tendrá que esperar hasta la formación del nuevo Gobierno que salga tras las elecciones autonómicas del próximo 12 de julio, Euskadi si podrá conocer el límite para su endeudamiento en la Comisión Mixta del Concierto Económico, que prevé celebrarse a principios de julio. De esta manera, el Ejecutivo vasco tendrá todas las cifras necesarias para diseñar la estrategia para la recuperación de su economía.
Con una caída de la recaudación prevista en 2.800 millones de euros para este ejercicio 2020 debido a la crisis, Euskadi tiene que endeudarse, como la mayoría de los países del planeta, para recuperar su actividad y el estado de bienestar.
La economía vasca goza de una buena posición de partida para endeudarse, gracias a que en los últimos años ha reducido su deuda tras varios ejercicios de crecimiento. Por tanto, tiene a su favor unas cuentas saneadas que no limitan su capacidad de endeudamiento.
"El Gobierno no tiene ningún problema para endeudarse lo que sea necesario, dentro de sus posibilidades, para poder desarrollar las políticas públicas que contribuyan a la mejor, más rápida y más justa salida de esta situación económica", recalcó el consejero vasco de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu.
Estabilidad presupuestaria
No obstante, ese tope se tiene que acordar en la Comisión Mixta del Concierto Económico, máximo órgano de relación entre las administraciones central y vasca, que acuerda las modificaciones del Concierto Económico y la coordinación en materia de estabilidad presupuestaria. En este foro también se tendrá que determinar la parte que le corresponde a Euskadi del fondo extraordinario de 16.000 millones no reembolsables, que el Estado transferirá a las comunidades autónomas.
Antes de que estallara la pandemia, ambos Gobiernos tenían previsto celebrar este encuentro durante el primer semestre del ejercicio. La reunión tendrá lugar, según fuentes del Ejecutivo vasco, a principios de julio.
Mientras, el Gobierno vasco trabaja con las diputaciones forales y con la Asociación de Municipios vascos-Eudel para determinar los efectos de la bajada de la recaudación y gestionarlos de manera coordinada. En este momento, la hipótesis de trabajo es que se producirá una caída de la recaudación cercana al 18%, menor que la contemplado en las previsiones del mes de abril. Las haciendas forales de la comunidad autónoma cerraron el el ejercicio 2019 con un récord de recaudación de 15.469,2 millones de euros.
Entre las medidas adoptadas para afrontar la situación, a lo largo del mes de abril el Ejecutivo vasco emitió el total de la deuda pública aprobada para 2020, casi 900 millones de euros, y habilitó líneas de crédito por otros 900 millones de euros. Además, empleó más de 300 millones de remanentes, lo cual ha permitido tener unos niveles de liquidez suficientes para garantizar la prestación de los servicios públicos, tal y como estaban previstos.
Por otro lado, existe la posibilidad de considerar el gasto sanitario derivado de la pandemia en el marco del Programa Operativo Feder País Vasco, lo que representa un ingreso efectivo de 90 millones de euros procedentes de los fondos estructurales.
"Todo lo anterior garantiza un equilibrio en las cuentas públicas, pero el desplome de los ingresos habrá de ser amortiguado con otras fuentes de ingresos, como el fondo extraordinario de 16.000 millones que el Estado transferirá a las CCAA y fundamentalmente con un incremento considerable de la deuda pública vasca", explicó el consejero Pedro Azpiazu.
Asimismo, a Euskadi le quedaría una vía de ajuste a través de los fondos provenientes del plan europeo Next Generation EU, que maneja cifras importantes, y habrá de definirse su llegada a las comunidades autónomas
El Plan Europeo Next Generation UE se encuentra alineado con los tres grandes retos previos a la pandemia que marcaban la dirección estratégica del Gobierno vasco. Estos son la transformación ecológica, la transformación digital y avanzar en el bienestar colectivo, reduciendo las diferentes brechas sociales, ya sean salariales, de género, generacionales, etc.
Cualquier fuente de ingresos será bienvenida para paliar una caída del crecimiento económico vasco del 8,7% prevista para 2020 y una pérdida de 68.000 empleos a tiempo completo. Para el próximo ejercicio 2021 se estima un crecimiento del 6,7% del PIB y una recuperación de 48.000 puestos de trabajo.
Hasta 700 millones de ayudas
Euskadi recibirá una parte del fondo extraordinario de 16.000 millones que el Gobierno central transferirá a las autonomías, precisamente por tratarse de financiación extraordinaria. La cifra está en negociación, pero el Ejecutivo vasco reclama cerca de 700 millones. Se basa en un acuerdo de 2007 en la Comisión Mixta, por el que Euskadi tendría derecho a descontarse del Cupo el 6,24 de las cantidades extraordinarias que financien competencias transferidas. Si se aplicara el criterio de población, podría recibir más de 500 millones de euros.