
Las pérdidas de los tres aeropuertos que gestiona la Generalitat de Cataluña se incrementan en 2023 –último ejercicio cerrado– hasta los dos millones de euros, frente a los 61.000 euros del ejercicio anterior.
Los deterioros marcan la tendencia constante desde 2008, lo que sorprende en el caso de estas pequeñas infraestructuras, muy especializadas en su operativa y que incluso están arrojando incrementos de tráfico.
Las cifras deben servir de reflexión ahora que resurge la propuesta de que el Govern sea copartícipe con Aena al frente del Aeropuerto de El Prat. Resulta necesario asegurar que la gestión de infraestructuras de esta clase obedece únicamente a criterios técnicos, sin dejar lugar a injerencias políticas.