
El año récord de tráfico en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat ha provocado que las compañías aéreas hayan tenido que rebajar precios para el momento de mayor actividad en la instalación: la campaña de verano. Las operadoras, encabezadas por Vueling y Ryanair, han programado un 4,8% más de asientos en la capital catalana, un crecimiento superior al que ya acumulaban en el primer semestre, pero con el incremento de la oferta se han visto obligadas a reducir precios en la gran mayoría de destinos internacionales con los que conectan. El mercado nacional, sin embargo, funciona al revés: menor capacidad y mayor coste de los billetes.
Los datos que la consultora Mabrian Travel Intelligence ha facilitado a elEconomista.es constatan las dos tendencias del mercado. Mientras las compañías aéreas programaron más de 9,1 millones de asientos entre agosto y septiembre en la instalación catalana, se vieron obligadas a reducir precios a doble dígito en destinos internacionales como Alemania, Reino Unido, Italia, Portugal o Estados Unidos.
"La principal razón detrás de esta bajada en los precios está relacionada con un crecimiento excesivo en la capacidad aérea hacia Barcelona, como se observa claramente en los casos de Italia y Estados Unidos", explica a este medio Gavin Eccles, consultor de GE Consulting. Ambos mercados son los que más crecen en cuanto a oferta de las seis principales conexiones con El Prat.
Según las cifras de Mabrian, el incremento de capacidad en el mercado transalpino -el segundo más importante para El Prat- fue del 9,76% y las compañías aéreas se vieron obligadas a rebajar los billetes un 10,6% (ver datos completos en el gráfico). Vueling, con dos bases en territorio transalpino y conexiones a más de 15 aeropuertos del país, sería la operadora más afectada por esta caída.
En el caso estadounidense, el descenso de los precios supera el 28% con un aumento de la capacidad del 17,4%. "A la ligera debilidad del mercado emisor estadounidense se suma una menor llegada de viajeros europeos a Estados Unidos, lo que ha generado un desajuste entre la oferta y la demanda hacia finales del verano", desgrana Eccles. Las rebajas en los vuelos se han incrementado a medida que avanzaba la temporada estival para tratar de estimular las reservas de última hora.

El ajuste se extiende a Reino Unido, que a su vez encogió también la oferta, con un recorte superior al 10% de los precios. Aquí serían Ryanair y Easyjet las principales damnificadas. Alemania se anota un descenso de los precios del 12,2% y Portugal registra un desplome del 22,9%. Las rebajas en los boletos se dan además tanto en compañías aéreas de bajo coste como en firmas legacy.
"Aerolíneas como Ryanair (17% de cuota de mercado) y Vueling (39% de cuota) sostienen una parte importante de la capacidad de este aeropuerto al conseguir mejores condiciones con Aena", señala Gavin. Ambas firmas serían las grandes afectadas. Según datos de Aena, después de ambas firmas figuran Iberia -que consolida sus cifras con Level-, Easyjet y Wizzair. Y es que El Prat se mantiene como una instalación principalmente para firmas de bajo coste: el 71,7% son rutas low cost y el 28,3% son aerolíneas tradicionales.
Las excepciones a la caída de El Prat
En este contexto de caídas generalizadas, sobresale la subida de precios de Francia, especialmente en las operadoras low cost, con un crecimiento superior al 14% hasta los 80 euros de media. Se trata de un destino en el que no aumentó la oferta, con una ligera caída del 0,12%.
Mientras, el mercado nacional se anota un descenso del 1,1% de la oferta hasta los 1,4 millones de asientos. A cambio, logró elevar tarifas el 3,3% hasta los 93 euros. La dinámica ya se arrastraba en el primer semestre de 2025, con un volumen de operaciones estancado. "Estimo que el aeropuerto de Barcelona tendrá una evolución más positiva en otoño, cuando se activa la demanda de escapadas cortas y se ajusta la capacidad aérea, lo que podría estabilizar los precios". El experto de GE Consulting augura que de cara al otoño las aerolíneas moderarán el número de asiento frente al mercado inundado de la temporada de verano, lo que impactará en los precios.
Con 27 millones de pasajeros hasta junio y el incremento de asientos de la temporada veraniega, El Prat está previsto que vuelva a superar la capacidad técnica para la que fue diseñado, con un máximo de 55 millones de pasajeros cada año. En 2024 ya rebasó esta cifra.
En el horizonte está ya la ampliación de la instalación, que implica alargar 500 metros la pista de despegues en busca de más aviones de largo radio. Las administraciones catalanas aspiran a elevar el 28% de conexiones de aerolíneas tradicionales en una infraestructura dominada por el bajo coste.
La inversión total en el proyecto saltó de los 1.700 millones de euros previstos inicialmente hasta los 3.200 millones de euros al contemplar también la remodelación de las terminales actuales y una nueva terminal satélite.