
Las empresas llevan desde la pandemia denunciando los problemas que tienen para encontrar trabajadores cualificados. Se trata de un problema focalizado en ciertos sectores, como el tecnológico, lo que lleva a Trabajo a restarle importancia, lo que supone un error. Así lo indica un informe de la Comisión Europea que indica que la falta de mano de obra resta competitividad al país, especialmente en el ámbito de la transición verde y digital, y lastra el crecimiento de la economía. En concreto, el Gobierno comunitario sitúa las pérdidas anuales que supone la escasez de talento cualificado en 20.710 millones, el 1,3% del PIB. Una cifra que evidencia la necesidad de impulsar una reforma de la formación para adaptarla a la realidad económica y empresarial.