El alperujo, principal subproducto de la producción del aceite de oliva, constituye un sustrato, a priori, muy atractivo para ser empleado en la generación de biogás-biometano a partir de su digestión anaeróbica junto con otros sustratos como estiércoles, purines o gallinaza, que mejoren la dieta de los microorganismos y optimicen el proceso en su conjunto.
Ello es debido a varias razones, entre las que cabe citar las siguientes:
Su producción está concentrada, aunque es estacional y ya existe una logística perfectamente establecida para su recolección en las almazaras y su traslado, hasta ahora, a las orujeras.
No genera rechazo social a diferencia de otros sustratos como los estiércoles y purines de cerdo.
El digestato obtenido una vez generado el biogás, a priori, puede ser empleado como fertilizante en base a la normativa vigente en la materia y devuelto por lo tanto de nuevo al olivar.
Inconvenientes
Sin embargo, presenta también algunos inconvenientes que deben ser tenidos en cuenta a la hora de abordar un proyecto industrial:
No existe tecnología a nivel industrial para el alperujo como mono sustrato, si bien se está trabajando en ello a nivel piloto y de laboratorios, con algunas experiencias industriales en Italia.
Presenta inhibidores y un elevado contenido en lignocelulosa que dificulta o ralentiza el proceso de digestión por parte de los microrganismos.
Su contenido en Nitrógeno es bajo, por que necesita ser mezclado con otros sustratos con mayor contenido en agua como los purines
Tiene un elevado contenido en materia seca (del orden del 30%) que obliga a diluirlo, bien adicionando agua u otros sustratos de elevada humedad.
No está resuelto el problema asociado a la gran cantidad de digestato que se generará en los proyectos que se están desarrollando en la actualidad, todos de unas cantidades del orden de 150.000 toneladas de entrada y de una capacidad de generación del orden o superior a los 100 GWh/a.
A todo lo anterior, hay que sumar el hecho de la presencia de una industria que lo utiliza como materia prima, como son las extractoras de aceite de orujo, las cuales disponen de los medios técnicos y humanos, así como las infraestructuras y el equipamiento necesario para su adecuada gestión.
Es por ello, que el papel del alperujo en la generación de biogás-biometano será relevante sin duda alguna, y que generará empleo y riqueza en zonas de Andalucía como Jaén; sin embargo, es necesario resolver algunos problemas tecnológicos, operativos y estratégicos. Todo ello, contando con el apoyo de la administración autonómica, tanto a nivel local como autonómico, como lo demuestra la reciente creación de la alianza andaluza del biogás presentada en el mes de enero en la capital jiennense.