Madrid
Moncloa da luz verde a que la Sepi conceda a Talgo un préstamo convertible para cubrir la multa de 116 millones que Renfe impuso al fabricante por el retraso en la entrega de trenes. Una inyección que allana el camino para que Sidenor, el Gobierno Vasco y las fundaciones bancarias BBK y Vital cierren la compra del 29,77% de Talgo a cambio de 153 millones. Por si fuera poco, el acuerdo con Renfe contempla un aplazamiento del pago de la sanción hasta 2031. Con ese movimiento el Ejecutivo salvará la ansiada españolidad de Talgo. De hecho, maniobró para hacer descarrilar las ofertas de varias firmas extranjeras por el fabricante. Pero dicha españolidad se logrará a costa de todos, ya que la Sepi es una empresa pública que, además, no formará parte de capital de Talgo.
