Madrid
La venta masiva de bonos, el temor a una fuga de capitales y a que el dólar pierda su hegemonía en un momento en el que EEUU afronta vencimientos récord obligó a Trump a activar la pausa en su guerra comercial. Así, el magnate decretó una prórroga de 90 días en sus aranceles "recíprocos", manteniendo un 10% para todos los países excepto para China. De hecho, el gigante asiático esta sujeto ahora a tasas del 145% (20% más por el fentanilo).
La guerra comercial se concentra así entre EEUU y China, lo que ha sido celebrado por las bolsas europeas. De hecho, los índices del Viejo Continente rebotaron en la sesión del jueves, con alzas en torno al 5%. Pese al repunte aún falta un 9% para borrar las caídas provocadas por el Día de la Liberación. En cambio, Wall Street ha vivido un día marcado por el rojo, con caídas de más del 6% a media sesión, tras la excelente jornada del miércoles, cuando algunos de sus selectivos subieron más del 10%.
El hecho de que el mercado estadounidense haya tardado tan poco en superar la euforia para recoger velas evidencia que la tregua arancelaria es, como dicen en JP Morgan, "el final del principio". A ello contribuye que la pausa no elimina las tasas del 10%, ni el castigo a China. Y nada hace indicar que Trump vaya a dar marcha atrás dentro de mes y media en su guerra comercial. En este contexto, los analistas aconsejan esperar acontecimientos para regresar a las bolsas. Ello pese a que las caídas de Wall Street dejan un recorrido hacia el suelo del mercado estadounidense inferior a la distancia que hay hasta su techo. La ecuación rentabilidad riesgo gana con ello atractivo desde un punto de vista técnico. No obstante, lo mejor para los inversores es activar también el botón de pausa hasta que el S&P se acerque al soporte clave de los 4.500 puntos.
