
Junts anuncia que suspende el apoyo parlamentario al Gobierno Sánchez, por lo que la formación independentista no se sentará a negociar los Presupuestos ni apoyará nuevos decretos. En este escenario, resulta ya razonable estimar a qué limitaciones se enfrentaría el Gobierno si, de nuevo se ve obligado a prorrogar la ley presupuestaria de 2023.
Si las cuentas no prosperan el techo de gasto sería el de aquel ejercicio, lo que implicaría una contención forzosa de los desembolsos públicos de más de 22.000 millones. Se trata de una buena noticia en lo que respecta al equilibrio de las cuentas públicas y el cumplimiento de las reglas fiscales de la UE. No obstante, compromete el alza de gasto en Defensa que pide Trump y el encaje en las cuentas públicas del concierto fiscal catalán.