
Existe un gran número de tendencias urbanas, desafíos, problemas y nuevos comportamientos, pero un denominador común entre estas temáticas es sencillo de identificar: la desigual distribución de la población, definido en el contraste que se produce entre áreas urbanas que experimentan rápidos crecimientos respecto a otras zonas que enfrentan significativos descensos poblacionales.
Esta desigual distribución trae consigo grandes desafíos; la España vaciada enfrenta problemas que deben solucionarse, pero los grandes titulares y los problemas sociales están aún más agudizados en el contexto de las ciudades, como la contaminación, el transporte y el gran problema de acceso a la vivienda.
A medida que las ciudades españolas crecen, debemos tomar nota de proyectos exitosos en regeneración urbana, como Bilbao Ría 2000, o enfoques innovadores como el propuesto por el Desarrollo Orientado al Transporte, que deben servir como modelos valiosos para áreas metropolitanas que se enfrentan a desafíos similares.
Permitir a nuestras ciudades seguir creciendo sin antes haber repensado nuestra infraestructura de transporte, manteniendo las bajas densidades de edificios residenciales y usos, es un error mayúsculo.
Eso es, precisamente, lo que hoy está pasando de forma generalizada en las principales ciudades de España, donde prometedoras áreas de crecimiento que están aportando vivienda de forma relativamente rápida mantienen estándares de diseño de hace 20 años. Un claro caso de 'patada para adelante' en planificación.
Según un estudio de la Comisión Europea, el 42% de los ciudadanos de la Unión Europea vive hoy en ciudades que podrían ver crecer su población en más de un 10% hasta 2050. Además, se estima que las principales ciudades europeas metropolitanamente funcionales aumenten su población incluso por encima del 50%. En este contexto, se espera que Madrid supere los 10 millones de habitantes para 2050, y que el 88% de la población española resida en ciudades para entonces.
Para abordar los desafíos que este contexto genera, cabe pensar en planes a corto y a largo plazo. En cuanto a las estrategias a corto plazo, ya existen casos de éxito en España que deberían seguir implementándose. Estos ejemplos principalmente se basan en transformar espacios deteriorados o en desuso en centros urbanos, incrementando así la oferta de viviendas en ubicaciones céntricas.
A medida que las ciudades crecen, debemos tomar nota de proyectos exitosos en regeneración urbana, como Bilbao Ría 2000
Casos de éxito son el programa Madrid Rio y Mahou Calderón en la capital, o la creación del mencionado Bilbao Ria 2000, donde la ría pasó de zona industrial deteriorada, a un ejemplo mundial de regeneración urbana, permitiendo liberar espacio para zonas públicas y residenciales.
En España, el urbanismo es una ciencia social cuya aplicación es lenta, principalmente por ser un elemento altamente regulado que impide, en la práctica, una aplicación efectiva y actualizada a las necesidades del momento. Por ello, es deseable plantear nuevas estrategias que nos permitan tener un futuro urbano tranquilo y suficientemente bien gestionado. Mientras que el mundo y las personas se han vuelto más dinámicos y resolutivos en el siglo XXI - principalmente gracias a la tecnología - el urbanismo y la política han seguido caminos opuestos, siendo origen de las problemáticas urbanas actuales en España.
La distribución urbana en nuestro país ha experimentado una gran transformación en las últimas décadas. Desde 1950, el dato de población urbana en España se ha doblado, lo que ha llevado a un intenso proceso de urbanismo. Mientras esta tendencia obviamente ha traído consigo efectos positivos - así como el crecimiento económico y el desarrollo social -, también ha tenido impacto en una desproporcionada distribución urbana con niveles preocupantes de escasez de vivienda en las grandes urbes.
Intervenir en lo existente, en lo mejorable o en lo desactualizado es deseable y garantiza el reciclaje urbano de éxito. Sin embargo, las ciudades crecen a gran ritmo, y es crucial replantearse el modelo de crecimiento.
Un modelo de crecimiento que parece razonable y con perspectivas de ser sostenible y viable, dada su visión a largo plazo, es el denominado Desarrollo Orientado al Transporte. Este modelo se basa en la densificación del tejido urbano alrededor de la red de transporte público y, por tanto, tiene como objetivo maximizar el desarrollo y uso del espacio residencial, comercial, de oficinas y de ocio en torno a las principales estaciones o conexiones de la red de transporte.
Un modelo de crecimiento razonable es la densificación del tejido urbano alrededor de la red de transporte público
Debido a ello, es crucial para este concepto la infraestructura de transporte público, donde distintos sistemas interactúan de forma simbiótica - cercanías, metro, red de autobuses, entre otros - y donde estaciones e intercambiadores están preparados para albergar esos hubs.
A partir de la infraestructura, el nuevo urbanismo debe acompañar aportando soluciones distintas a las actuales y concentrándolas junto a las conexiones a la red de transporte. Por ejemplo, edificios de usos mixtos (combinando viviendas, comercios y espacios de oficinas) con espacios públicos de calidad (plazas, parques, elementos de encuentro social, etc). Sobre todo, han de facilitar una densificación inmobiliaria vertical cerca de las estaciones, permitiendo aumentar la densidad de habitantes y servicios, y de esta manera, optimizar el bien escaso que es el suelo.
Sin embargo, ¿es posible aplicar esta estrategia en zonas urbanas consolidadas? Debería al menos considerarse su estudio. ¿Por qué no permitir incrementos de edificabilidad – densidad – en reformas de edificios situados junto a hubs de transporte? Parece razonable pensar que acciones similares pueden revitalizar áreas y, entre otros beneficios, permitir incrementar el número de viviendas asequibles en espacios céntricos y bien conectados.
Relacionados
- España necesita 3,5 millones de viviendas asequibles para evitar la asfixia económica de las familias
- El desafío de la vivienda asequible: una solución colectiva
- El 'drama' de la vivienda en cifras: se necesitan 350.000 pisos de alquiler social y 1,5 millones de unidades asequibles
- El ICO tiene peticiones para financiar 20.000 viviendas asequibles pero podría llegar a las 50.000 unidades