
Que la tecnología 5G ha llegado para quedarse en el ámbito doméstico, es indiscutible. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, cada vez más, los consumidores disfrutan de las grandes virtudes del nuevo estándar de comunicación en cuanto a cobertura o velocidad, por ejemplo, desplegado por los distintos operadores del mercado.
Y es que el 5G es una de las innovaciones tecnológicas más relevantes de los últimos años, tanto para la sociedad (en su versión pública) como para el tejido empresarial de nuestro país (es su versión privada), y es especialmente determinante para su evolución tecnológica. Es sinónimo de progreso en todos los sentidos, de conectividad sin límites, de fiabilidad y seguridad…
Sin embargo, su implantación en el ecosistema corporativo representa un gran desafío, a pesar de que las redes privadas de 5G son ideales para entornos empresariales críticos (refinerías, puertos, aeropuertos, minas, bases militares, centrales nucleares…), para la actividad industrial o para aquellos sectores que requieren de operaciones remotas, transferencia de datos, etc., que no pueden depender de la red pública.
Cuando hablamos de redes privadas 5G hacemos referencia a aquellas que conectan activos, equipos y personas en el sitio, para permitir la transformación digital y garantizar la calidad y seguridad de su servicio. Por ejemplo, para comunicarse entre sí en situaciones de peligro, para automatizar operaciones o para garantizar la seguridad en sus instalaciones... En cualquiera de estos casos, una pérdida de conectividad puede poner en peligro la seguridad de las personas o detener las operaciones de las compañías (y perder ingresos).
Así, al invertir en una red privada 5G, las empresas pueden optimizar costes con frecuencia. Tomemos como ejemplo un puerto industrial de tamaño razonable, donde las operaciones críticas para la empresa exigen redes de alto rendimiento. Si se utilizan estaciones base Wifi, el alcance puede ser limitado y se necesitan varios puntos de acceso para ampliar la señal. Es necesario garantizar una cobertura y un rendimiento excelentes en todo el recinto para protegerse de pérdidas económicas.
Igualmente, otras de las grandes ventajas de las redes privadas 5G es la propiedad real de la red. El cliente tiene visibilidad total de todas sus partes y su rendimiento en tiempo real. Además, es sumamente flexible: al ser una red dedicada, se adapta a la perfección a las necesidades de los casos de uso que se implementen a lo largo del tiempo.
Es por ello que desde nuestra compañía venimos apostando por impulsar una conectividad inalámbrica de alto rendimiento que ayude a la planificación de recursos empresariales, a su automatización, robótica y supervisión remotas en tiempo real. Y lo hacemos con el foco puesto en España, ya que es uno de los mercados de mayor potencial en Europa, en donde empresas y gobiernos han demostrado una rápida adopción de tecnologías 5G para avanzar su transformación digital.
Según el último 'Informe seguimiento de la tecnología 5G' de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) "es en el ámbito empresarial donde habrá un mayor crecimiento en ingresos en los próximos años a medida que progresa la transformación digital de los diferentes sectores industriales".
Dicho estudio también pone de relieve que el despliegue de estas redes privadas es el principal objetivo en el que están centrando sus esfuerzos todos los integrantes del ecosistema 5G, y que "las diferentes experiencias están permitiendo a las industrias verticales conocer las posibilidades y rendimiento de 5G frente a otras tecnologías".
Sin lugar dudas, contar con nuevas formas de conectividad capaces de aumentar la productividad, la seguridad y la eficiencia de las empresas, es un factor determinante para que las corporaciones, especialmente toda la industria vertical y negocios críticos, apuesten por redes privadas 5G, abrazando el progreso y la innovación.
Es importante, para todo el ecosistema tecnológico de nuestro país, alcanzar un futuro inteligente, inclusivo y sostenible que mejore la vida de las personas. Diseñar la infraestructura de red del mañana, hoy.