
El ciclo de subidas de tipos de interés que arrancó en 2022 para controlar la inflación volvió a dar atractivo a los depósitos tras más de una década en la que estos productos conservadores no ofrecían rentabilidad. Tanto fue así que llegaron a ofrecer un rendimiento neto del 3,18% a finales de 2023.
Pero el arranque de los recortes en el precio del dinero en la eurozona ya se empieza a notar en los depósitos que, aunque más lentamente de lo previsto, reducen sus retornos hasta un 2,79% de media. El problema para el inversor conservador es que la tendencia a la baja proseguirá en los próximos meses al son que marquen las próximas bajadas de tipos. En este contexto, el ahorrador deberá optar por otro tipo de productos con más riesgo si quiere obtener mayores rentabilidades.