El Gobierno aprueba un Real Decreto Ley para renovar el sistema de elección del Consejo de Administración de RTVE, con el claro fin de controlar el ente público. Según la nueva normativa, el máximo órgano de dirección de RTVE pasará a tener 15 miembros, de los cuales 11 serán elegidos en el Congreso -casi el 75%, cuando antes era el 60%- y cuatro por el Senado, es decir, el 25% frente al 40%.
Es decir, el Gobierno reduce el peso de la cámara que controla el PP mientras lo aumenta donde tiene mayoría gracias al apoyo de sus socios de investidura. Por si fuera poco, rebaja la mayoría para elegir a los consejeros, que pasa de dos tercios de la cámara a mayoría absoluta. Es decir que a Pedro Sánchez le bastará con llegar a acuerdos con Sumar y sus socios independentistas para asegurarse los 176 votos necesarios y de esa forma asegurarse el control de RTVE.
Según el Gobierno con este cambio se "garantiza el pluralismo, la profesionalidad y la estabilidad" del consejo de RTVE. Pero estos argumentos se caen por su propio peso con una normativa que hace innecesario alcanzar acuerdos con el principal partido de la oposición. Queda así claro que lejos de frenar una intromisión que practica desde 2018, Moncloa pretende situar en la cúpula de RTVE a responsables a los que pueda controlar a su antojo y que tendrán la misión de ofrecer una buena imagen del Ejecutivo.
Persistirá así el uso partidista de RTVE que ahondará en el descrédito que ya sufre y que es inaceptable al producirse en una empresa que pagamos todos y que debe defender el interés general, no solo el de Sánchez. En definitiva: una nueva maniobra de control que llega poco después del paquete de medidas que limita la financiación de los llamados pseudomedios y que evidencia las maniobras del Gobierno contra la libertad de expresión.
