La innovación es un tema de actualidad e interés, especialmente porque vivimos en un mundo en evolución constante, con saltos tecnológicos muy importantes, en espacios de tiempo cada vez más reducidos.
En las empresas ocupa un lugar cada vez más estratégico y una inversión cada vez más relevante. Innovar requiere de expertos dúctiles con visión holística, requiere de personas creativas y sistemáticas. La innovación impulsa la creatividad y busca integrarla en el centro del negocio. El proceso de innovación, en sus fases iniciales, requiere básicamente de tiempo y talento.
Las personas y organizaciones se han adentrado en esta revolución digital que está cambiando la manera en la que nos relacionamos con nuestro entorno, convirtiéndose en un pilar para la competitividad en el mundo empresarial. En el ámbito de la gestión del talento, esta revolución también está cambiando el marco de acción.
En este contexto, las empresas especializadas en gestión del talento deben utilizar la tecnología para mejorar la vida de las personas con las que trabajan. El enfoque siempre es humanístico y holístico. No hay innovación sin liderazgo: nada cambia sin proactividad y acción. Ni liderazgo sin innovación, pues nada es inamovible. La innovación de personas para personas.
La tecnología es hoy la principal fuerza motora de la innovación. Según una encuesta realizada en 2023 por Gartner, el 38% de las empresas a nivel mundial ya utilizan tecnologías de IA en su proceso de selección de personal. Esta cifra nos lleva a reflexionar sobre el impacto de la tecnología en el empleo y la incorporación de las personas al mercado laboral.
Sin irnos demasiado lejos, ya existen ejemplos de cómo la tecnología puede hacer que la gestión del talento sea más justa, inclusiva, transparente, ágil y eficiente. Hoy en día contamos con herramientas capaces de analizar currículums y comparar las habilidades con los requisitos de cada puesto, lo que permite agilizar el proceso de contratación y reducir el sesgo humano. De esta manera, se garantiza un proceso de selección más objetivo y equitativo y, combinando el uso de la tecnología con el imprescindible factor humano se reduce notablemente el tiempo dedicado al cribaje, según datos de Eurofirms Group.
Por otro lado, la utilización de entrevistas virtuales y el auge del teletrabajo eliminan las limitaciones geográficas, aumentando la diversidad del talento en un mercado laboral globalizado. Además, la tecnología mejora significativamente la experiencia de las personas a lo largo del proceso de selección. Plataformas interactivas y aplicaciones móviles permiten a cada persona seguir el estado de su aplicación en tiempo real, acceder a información relevante sobre la empresa y prepararse mejor para las entrevistas, impulsando la atracción del mejor talento y proyectando una marca empleadora fuerte y atractiva.
La importancia del factor humano
En definitiva, bien aplicada, la tecnología puede hacer que los procesos de selección sean, paradójicamente, más humanos. Para lograrlo, es imprescindible mantener un enfoque en las personas que guíe siempre la transformación digital y la apuesta por la innovación. Para ello, toda tecnología aplicada a la gestión del talento debe ser liderada con empatía y excelencia en el trato personal. Al fin y al cabo, la tecnología es una gran aliada, pero son las personas las que marcan realmente la diferencia experiencial.
La tecnología no solo facilita la contratación de personas, sino que también potencia su desarrollo profesional continuo. En un entorno empresarial cambiante, las organizaciones que inviertan en innovación y tecnología estarán mejor posicionadas para atraer y retener el talento que necesitan para prosperar, sin olvidar que es el factor humano, sin duda, el que marca la diferencia.
