
¿Estamos preparados para adoptar una economía circular en la construcción que permita reducir el consumo de materias primas y las emisiones de CO?? Sin duda alguna, el sector de la construcción se enfrenta a uno de sus mayores desafíos en el avance hacia la sostenibilidad: la incorporación efectiva del reciclaje en los procesos constructivos. A pesar de los avances tecnológicos, económicos y normativos, las barreras para consolidar la economía circular en el sector de la edificación siguen siendo notables. Desde Saint-Gobain estamos comprometidos con este cambio, pero es fundamental que todos los actores implicados colaboren activamente para superar los obstáculos que nos impiden cerrar el círculo.
Dificultades técnico-económicas del reciclaje en la construcción
El reciclaje de materiales en la construcción presenta complejidades técnicas que no siempre son fácilmente superables. Si la barrera tecnológica es solventada, el segundo escalón, la inversión, hace que el proceso se pueda detener. En muchas ocasiones las mejores técnicas disponibles no están al alcance de las empresas del sector. En caso de haber superado los dos primeros obstáculos, el técnico y el económico, habrá que solventar también la parte operativa y hacer que ésta sea rentable. El proceso no es sencillo, ni corto en el tiempo, ni barato.
Muchos de los materiales usados en el sector, como el vidrio o el yeso, requieren procesos específicos para ser reutilizados de manera eficiente. La falta de infraestructuras adecuadas para la reintroducción de estos materiales en el proceso productivo eleva los costes y reduce su viabilidad económica. Además, la logística para la recopilación, separación y tratamiento de residuos provenientes de diferentes obras agrega una capa de complejidad que todavía necesita más innovación y desarrollo.
En relación con esto, Saint-Gobain está abordando estos desafíos a través de sus servicios de reciclaje, como Placo® Recicla, que gestiona el reciclaje de placas de yeso, o Climalit® Recicla, que recoge vidrio de ventanas y cerramientos antiguos. El vidrio, por ejemplo, es un material que tiene infinitas vidas, lo que significa una reducción importantede emisiones de CO? y la conservación de materias primas vírgenes. Sin embargo, es esencial que los esfuerzos tecnológicos y económicos se amplíen para que el reciclaje sea una opción no solo sostenible, sino también competitiva en términos de costes.
El hándicap de la construcción: restricciones legales y administrativas, junto con la dificultad de incorporar materiales reciclados al mercado
En el ámbito normativo, las barreras legislativas juegan un papel clave. Las normativas actuales, aunque avanzadas, aún no fomentan lo suficiente la circularidad en la construcción. Uno de los grandes avances que se espera en este sentido es la implementación del nuevo Reglamento de Productos de Construcción (RPC), que introducirá un Pasaporte Digital de Producto y promoverá la reutilización de materiales. Sin embargo, su implementación a nivel local y el proceso de transición previsto durante los próximos 15 años podrían limitar su impacto a corto plazo.
En muchas regiones, además, la falta de armonización de las normativas dificulta la colaboración entre distintos actores del sector, lo que ralentiza el progreso hacia la economía circular. Desde Saint-Gobain, consideramos que es urgente una mayor colaboración entre el sector privado y las administraciones públicas para crear marcos normativos más ágiles y eficaces. Solo así se podrán superar las barreras administrativas que hoy impiden la reutilización de muchos materiales.
Otra de las barreras más evidentes para el uso masivo de materiales reciclados es su coste, a menudo superior al de los materiales vírgenes. Este incremento en el precio se debe principalmente a los complejos procesos de reciclaje y la logística necesaria para reincorporarlos a la cadena de producción. Por lo tanto, el reto no es solo lograr un proceso circular, sino hacer que los materiales procedentes de demoliciones o reformas sean una opción asequible y preferida en el mercado.
En la ecuación final el coste-beneficio de usar material reciclado depende en gran medida de los costes de vertedero. En aquellas regiones donde los costes de verter residuos de construcción y de demolición (RCD) es todavía barato, se hace mucho más difícil un ajuste económico que invite a todas las partes a participar del proceso de la economía circular.
El consumidor final y los proyectos de construcción siguen valorando más el precio que la sostenibilidad, lo que nos obliga a educar y sensibilizar tanto a empresas como a particulares sobre los beneficios a largo plazo del uso de materiales reciclados. Iniciativas como Weber Reutiliza, que da una segunda vida a los bidones plásticos de obra, demuestran que es posible reducir costes si se opta por estrategias colaborativas que involucren a todos los actores de la cadena.
Desde Saint-Gobain, creemos firmemente que la sostenibilidad del sector pasa por la economía circular y que reducir los plazos es posible sin sacrificar la calidad. Por ello, a través de la innovación continua y servicios pioneros, como Placo® Recicla y Climalit® Recicla, demostramos que es posible construir de manera más eficiente y respetuosa con el medio ambiente y la sociedad. De esta forma, garantizamos un impacto positivo para las generaciones del futuro y damos continuidad a nuestro propósito de hacer del mundo un hogar mejor #MakingTheWorldaBetterHome.
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