
Los vistan como los vistan desde la demagogia engañosa del gobierno, más propia de una masturbación mental que de una información veraz y rigurosa, los datos del paro registrado en septiembre, con la mayor pérdida de empleo de los últimos doce años y el peor septiembre desde 2019 en creación de puestos de trabajo, lejos de ser optimistas reflejan la realidad de un mercado laboral precario, muy afectado por la estacionalidad, con la contratación indefinida en caída libre y una disminución del 1,44% en la contratación acumulada. Indicador este que refleja el descenso de la actividad económica y una evidente falta de dinamismo del mercado laboral.
Y con este panorama, la ministra Yolanda Díaz, que lo es de Trabajo y que para ocuparse de estos menesteres cobra 84.600,72 euros brutos anuales que suponen 7.050,06 euros al mes, se dedica a pensar como seguir explotando fiscalmente a los españoles, en lugar de atender a un mercado laboral que sigue no sólo sin barrer sino cada día más contaminado, con 3,1 millones de parados reales, medio millón más de los que contabiliza el ministerio de Trabajo. Con el añadido de que España sigue liderando el desempleo de la UE, duplicando la tasa de la Unión, y también el de la OCDE superando a Grecia y a Turquía.
Lideramos también el paro juvenil de Europa, mientras que en términos acumulados, los contratos indefinidos a tiempo completo entre enero y septiembre de este año alcanzan un total de 2.049.116, que supone una disminución de 60.853 (-2,88%) respecto a igual periodo del año 2023. Por el contrario los contratos indefinidos a tiempo parcial suponen un total de 1.158.753, registrando una reducción de 11.193 (-0,96%) en relación al mismo periodo del año anterior. Es decir, se reducen tres veces más los contratos a tiempo completo que los realizados a tiempo parcial.
Además de que, uno de cada tres contratos temporales dura menos de una semana y únicamente el 15,7% de los contratos indefinidos son a tiempo completo, el 34% del total de indefinidos son fijos discontinuos. Es lo que desde el Gabinete de Estudios de USO definen como "la reforma no contada", porque para reducir el gasto en pensiones, "menor jornada implica menor salario y una menor cotización que llevará consigo una menor pensión. Al tiempo que nada se nos dice de la jornada, las horas de trabajo, por lo que están cotizando y, lo más importante, el valor de la hora por la que se cotiza".
Y si miramos los datos de afiliación a la Seguridad Social, que no son de afiliados sino de afiliaciones, vemos que para conseguir los 377.963 ocupados en estos primeros nueve meses del año ha sido necesario realizar la cifra de 11.408.909 contratos. Es decir que de media cada nuevo afiliado habría tenido que realizar 30 contratos en ese periodo de tiempo, unos 3,3 contratos al mes.
Una situación de precariedad laboral cuya consecuencia directa es el crecimiento exponencial del pluriempleo que ha crecido un 43% durante la última década y que al finalizar el segundo trimestre de este año afectaba a más de medio millón de personas y en crecimiento. Son trabajadores que necesitan ampliar sus horas de trabajo porque tener un contrato de trabajo no implica tener un salario que permita llegar a fin de mes, además de que se está generando la figura del trabajador en situación o en riesgo de pobreza teniendo un contrato indefinido. Es decir en la España de Yoli no se crea empleo, se reparte.
Este es el "progreso económico y social de España", del que presumía la vicepresidenta y ministra de Hacienda durante su esperpéntica e insustancial, como es habitual en ella, intervención ante el Pleno del Congreso. Y estos son los resultados de la pseudoreforma y la gestión de una ministra que, como precisa Nicolás Redondo -una de las personas más lúcidas y más honestas que han pisado la política española- "nadie como Yolanda Díaz en estos cuarenta años ha realizado esfuerzos tan intensos para demostrar sus limitaciones ".
Pues eso, y parodiando ese acertado proverbio de nuestro sabio refranero, Dios las cría y Sánchez las junta.