
Las caídas en bolsa pueden tomarse por el lado positivo que supone el incremento del dividendo en proporción al precio de la acción, siempre que la retribución al accionista se mantenga constante.
Nada apunta a que vaya a haber variaciones en este sentido en el Ibex 35, el índice bursátil europeo que, precisamente, más destaca respecto a sus comparables con respecto a su elevada rentabilidad promedio por dividendo. En concreto, esta variable roza el 5% en 2024, después de las fuertes correcciones que las bolsas sufrieron esta semana. Si a esta realidad se suman las altas probabilidades de que no se confirme el miedo de los mercados a una recesión en EEUU, todo parece jugar a favor del inversor que decida aprovechar el momento actual para entrar en renta variable.