España sufrió el miércoles un segundo episodio de problemas de cobertura eléctrica en el que la gran industria tuvo que volver a salir al rescate del sistema. Así, Red Eléctrica decidió a las 22.01 horas cortar el suministro a una serie de consumidores que cobran por dar este servicio para hacer frente al incremento de demanda que no había planificado.
El operador aplicó el corte máximo de 609 MW y según indicó la Asociación de Grandes Empresas Consumidoras de Energía la totalidad de las compañías se desconectaron, lo que facilitó que el servicio funcionase a la perfección, lo que demuestra así, una vez más, su utilidad.
El sector eléctrico atraviesa así momentos de dificultad por la falta de almacenamiento de energía. España está logrando batir este año cifras récord de integración de energías renovables en el sistema. Prácticamente cada mes, la fotovoltaica ha logrado incrementar su máximo de producción. Además, durante el día la cantidad de vertido de energía verde que se produce no deja de aumentar.
Esta situación está generando, por un lado, que los precios de la energía sean más bajos en las horas centrales del día (alcanzado incluso precios negativos récord), pero a la vez genera problemas económicos al sector, que ve reducido el interés en invertir en estas tecnologías claves para la transición energética.
España necesita acelerar la instalación de almacenamiento, bien sea con baterías o de largo plazo con bombeos hidráulicos para evitar estos episodios de cortes de luz a la gran industria. Ante esta situación, el Gobierno debe dar explicaciones de lo que está pasando en el sistema eléctrico y dejar de esconderse sin aclarar lo sucedido en estos episodios en los que se ha visto obligado a cortar el suministro a la industria.