La naturaleza conservadora del ahorrador español le lleva preferiblemente a optar por productos como las Letras, los depósitos e incluso las cuentas corrientes para depositar su liquidez.
Pero el recientemente finalizado ciclo de subidas de tipos empezó a dotar de atractivo a vehículos como los fondos monetarios, que mayoritariamente invierten en deuda a corto plazo. No en vano, este producto bate en cinco meses el récord de suscripciones de 2001, al captar ya más de 6.500 millones. Este trasvase de dinero a los monetarios es una buena noticia ya que refleja que el ahorrador da los primeros pasos para adentrarse en el mundo de la inversión. Con ello podrá también beneficiarse de las ventajas fiscales que ofrece este producto asumiendo un riesgo mínimo.
