Opinión

Centros de datos y el impacto de la IA

  • Los grandes retos son la escasez de suelo y las limitaciones de energía 

El sector de los centros de datos va a experimentar un crecimiento exponencial en los próximos años, principalmente con la adopción generalizada de tecnologías de inteligencia artificial (IA), que requieren de una gran capacidad de procesamiento de datos e infraestructuras informáticas de alto rendimiento.

También aumentará la demanda de soluciones de refrigeración eficaces, necesarias para garantizar la fiabilidad y eficiencia del hardware. Las empresas de centros de datos que puedan adaptarse, ampliando las infraestructuras, mejorando la eficiencia y con sistemas de refrigeración y/o equipos relacionados, garantizando la seguridad de los datos, gozarán de una situación idónea para aprovechar la implantación de la IA y constituyen atractivas oportunidades de inversión.

Hay que tener en cuenta que en la última década, los desarrolladores han aumentado la capacidad de los centros de datos con servidores y redes en instalaciones compartidas, específicamente de hiperescala para grandes tecnológicas y proveedores en la "nube". Ahora, el auge de la IA Generativa ("IAGen"), mucho más poderosa, está dando lugar a un nuevo ciclo de inversión para la mayor potencia requerida por las empresas, los particulares y los gobiernos.

Pero la construcción de centros de datos se enfrenta a la escasa disponibilidad de suelo. En centros para el entrenamiento de IA (como cuando OpenAI utiliza chips para entrenar su modelo), hay menos sensibilidad a los retardos temporales, la latencia, pudiendo llevarse a cabo eficazmente en zonas rurales, donde los costes del suelo son menores. Por su parte los centros de datos destinados a la inferencia de IA (como cuando un usuario consulta ChatGPT), requieren de un rendimiento excepcional y una latencia mínima. En esos casos los entornos urbanos son más aptos. Además, el potencial es mayor en inferencia, hasta el punto de poder llegar a ser un mercado entre 10 y 15 veces mayor que el de entrenamiento. Efectivamente, los centros de datos de inferencia probablemente tengan que duplicarse en 20 a 30 localizaciones en el mundo.

Por otra parte hay limitaciones de energía. En 2023 el mercado mundial de centros de datos supuso 60 gigavatios (GW) de consumo energético y se espera que se duplique hasta 122 GW para 2027. Los centros de datos requirieron más de seis GW de capacidad adicional, la mayoría en Norteamérica, doble que en 2022 y casi ocho veces más que en 2019. Así que las limitaciones de oferta y fuerte aumento de la demanda de energía han incrementado los precios para los operadores de centros de datos, 18,6% en 2023 y los expertos inmobiliarios de CBRE prevén que vuelvan a aumentar a doble dígito en 2024.

Hay que tener en cuenta que la densidad energética de los servidores con unidades de procesamiento gráfico para IA requiere cinco veces más potencia de energía y generan cinco veces más calor que los convencionales. Así que se calcula que un 80 % de la potencia consumida por centros de datos los próximos 15 años será en IA y la densidad de potencia media, actualmente 10 kW por bastidor puede llegar a 50 kW en centros "hiperescala", aunque los centros de datos de inferencia requieren la mitad de la densidad de potencia que los de entrenamiento.

Ahora bien, las compañías suministradoras de energía suelen estar preparadas para aumentos lineales de demanda, pero los centros de datos de IA requieren incrementos en saltos. De manera que los operadores de centros de datos tienen que mejorar sus infraestructuras eléctricas. Puede requerir varios años, si bien es posible acelerar el proceso en construcción en zonas donde ya existen infraestructuras, aunque implique reacondicionar o sustituir las existentes.

En todo caso, el aumento del consumo energético requerirá de más equipos de calefacción, ventilación y aire acondicionado, para unos sistemas de refrigeración más eficaces. Los centros de datos tendrán que invertir en sistemas de refrigeración para mantener unas temperaturas óptimas, un rendimiento fiable y evitar fallos de hardware. Ya ocurrió en 2021 que un incendio en un centro de datos en Estrasburgo interrumpió millones de sitios web, incluso gubernamentales, con importantes pérdidas de datos. Actualmente, la mayoría de los centros de datos utiliza refrigeración por aire, pero los servidores pierden eficacia cuando la densidad de potencia sobrepasa los 15/25 kW por bastidor. De manera que los operadores de centros de datos deben plantearse tecnologías de refrigeración por líquido a mayor escala como la opción más viable, un mercado que puede quintuplicarse en los próximos cinco años.

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