
Puig debutará el viernes en bolsa a 24,5 euros por acción. Un precio situado en la parte máxima de la horquilla marcada por la firma catalana y que se sostiene por la elevada demanda de los inversores (sobre todo americanos) por la colocación.
Tanto es así que Puig apenas tardó unas horas en reunir toda la demanda suficiente para completar la oferta, que podría alcanzar 3.000 millones. Este alto interés llevará a la compañía a alcanzar una capitalización bursátil en su debut de 13.900 millones y a ser una clara candidata al IBEX 35 en un futuro cercano. Ahora bien, el elevado precio de salida a bolsa limita el potencial de la empresa ya que su descuento se reduce frente al sector. Esto resta atractivo para el inversor minorista que decida acudir a la Oferta pública de Venta (OPV).