
El sector textil y del calzado español cuenta con un gran reconocimiento internacional por la calidad y el diseño, teniendo un gran peso en la industria de determinadas regiones. Sin embargo, la globalización y la deslocalización de la producción, las demandas de los consumidores y la subida del precio de las materias primas han hecho saltar poco a poco las costuras de la industria textil nacional, y el sector se enfrenta ahora un ejercicio que se antoja definitivo. En este mismo escenario, la economía circular emerge como un paradigma clave en la gestión sostenible de los recursos, y su aplicación en el sector textil, de la moda y confección, así como al calzado, están dando lugar a iniciativas tan necesarias como transformadoras.
Si bien el objetivo no alcanzado de la industria era lograr inversiones por un valor de hasta 12.000 millones de euros mediante la colaboración público-privada, el PERTE de economía circular finalmente aprobado el año pasado emergerá ayudas por valor de 492 millones de euros movilizando recursos superiores a los 1.200 millones hasta 2026, una oportunidad única para empujar la industria a realizar una revisión de todos los procesos para alargar sí o sí el ciclo de vida útil de bienes y productos, y reducir la huella ecológica en dos sectores clave, el textil y calzado y el del plástico.
Y es que el PERTE, que vehiculizará este impulso a la economía circular en el sector textil, se centra en cerrar el ciclo de vida de los productos textiles y de calzado, minimizando la generación de residuos y promoviendo la reutilización y reciclaje. Este enfoque implica repensar cada etapa de la cadena de valor, desde el diseño y la producción, hasta la gestión de residuos.
El pasado año fue el primero en el que el sector textil experimentó un crecimiento reseñable de su facturación, si bien las cifras están todavía muy lejos de las anteriores al comienzo de la pandemia, en concreto, un 40% por debajo. Sin embargo, esta nueva puerta hacia la financiación para el sector textil emerge como catalizador definitivo para impulsar la industria. Desde la producción de materiales hasta la gestión de residuos, la cadena de valor de estos sectores ha sido un contribuyente notable a la contaminación y la generación de desperdicios sin más utilidad. Precisamente, el corazón del PERTE de economía circular para el sector textil radica en el diseño sostenible. Si bien las empresas del sector están adoptando prácticas que priorizan la durabilidad, la reparabilidad y la reciclabilidad en sus productos. La introducción de materiales reciclados y la reducción de químicos nocivos son ahora más que necesarios para avanzar en sostenibilidad y rentabilidad.
La producción de todas esas empresas que quieran servirse del PERTE implicará el uso eficiente de recursos, la optimización de procesos y la incorporación de tecnologías limpias. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) estima que la industria textil es responsable del 10% de todas las emisiones globales de carbono en el planeta. Por ello, las fábricas están explorando métodos de fabricación de bajo impacto y energías renovables para reducir su huella de carbono.
Según la Fundación para la Economía Circular, solo el 12% de los residuos textiles se reciclan actualmente. Así, el reciclaje y la reutilización son pilares fundamentales del PERTE. Las empresas están implementando sistemas para recuperar materiales de productos al final de su vida útil, cerrando así el ciclo de producción, y la colaboración con programas de recogida y centros de reciclaje es esencial para el éxito de esta fase.
La transformación definitiva del sector textil en España no sólo se hace imprescindible para apuntalar la durabilidad de un sistema, si no que, con un aumento de las regulaciones medioambientales, el incumplimiento de determinadas normativas puede resultar costoso. De hecho, la Unión Europea ya ha propuesto multas significativas para las empresas que no cumplan con los objetivos de reciclaje y sostenibilidad.
La eficacia económica también se ve claramente impactada, con empresas líderes en sostenibilidad experimentando un crecimiento de ingresos dos veces mayor. A medida que la Unión Europea propone multas significativas para incumplimientos normativos, el cumplimiento se ha vuelto tanto un deber como una oportunidad para mantener una reputación empresarial sólida. Y está claro, la Innovación y la diferenciación en el mercado están directamente relacionadas con la adopción de modelos de economía circular, ya que esta no solo atrae a consumidores comprometidos con el medio ambiente, sino que también impulsa la Innovación en productos y procesos impulsando la competitividad y la atracción de inversores.
No podemos, no obstante, pasar por alto los desafíos. Aunque un gran volumen de los consumidores está dispuestos a cambiar sus hábitos de consumo por productos más sostenibles, la falta de conciencia y la proliferación de fast fashion sigue siendo un obstáculo significativo. Superar este desafío requerirá esfuerzos continuos en educación y concienciación, pasos y medidas que desde hace tiempo vemos que adquieren más relevancia
El análisis del PERTE en la industria textil y del calzado revela un cambio trascendental hacia la sostenibilidad. Es algo más que un plan un plan estratégico. Al adoptar prácticas de economía circular en cada eslabón de la cadena de valor, las empresas no solo estarán abrazando la responsabilidad ambiental, sino también asegurando su posición en un mercado donde la sostenibilidad no es solo un valor agregado, sino un requisito para la supervivencia a largo plazo. El futuro sostenible de la moda y la confección está en marcha.