
La Guardia Civil está realizando inspecciones masivas a los bares ante las sospechas de posibles fraudes en la venta de tabaco en las máquinas expendedoras. No hay duda de que la legislación ampara esta medida, tal y como señala en un escrito de respuesta al sector, el responsable de la Jefatura Fiscal y de Fronteras, pero todo debe hacerse en la proporción adecuada. Los dueños de las máquinas mantienen que llevan desde hace tiempo sometidos a una fuerte presión por parte no solo del Ministerio del Interior, sino también de Hacienda, sin que se haya detectado hasta ahora ninguna irregularidad grave. Las inspecciones son lógicas y deben ser frecuentes, pero sin llegar a convertirse en un acoso a la actividad empresarial del sector.