Opinión

Inversión sostenible

  • Carmen Ronchel, responsable del sector Biotecnológico en en CTA (Corporación Tecnológica de Andalucía)
Carmen Ronchel Barreno.

La inclusión de los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) en el modelo de gestión empresarial responde a una serie de cambios no solo legislativos y normativos, sino también de la sociedad. La demanda de información sobre la sostenibilidad empresarial por parte de los diferentes grupos de interés o stakeholders (socios, inversores, entidades financieras, empleados, administraciones públicas, consumidores, organizaciones no gubernamentales, etc.) ha aumentado significativamente en los últimos años.

Inversores y financiadores se han convertido en unos stakeholders clave a la hora de demandar información ESG. Aspectos como la doble materialidad o la Taxonomía UE son tenidos en cuenta por este grupo de interés, por lo que deben ser incorporados a la hora de desarrollar la estrategia de sostenibilidad empresarial.

CTA ha celebrado en noviembre una jornada en colaboración con Iberdrola sobre "Estrategias para una empresa sostenible", en la que participaron Ecoterrae, Agrosevilla, Cosentino, Hammam AlAndalus, Laboratorio farmacéutico ROVI y la Universidad de Sevilla. En la jornada, se analizaron las novedades en normativa, doble materialidad, finanzas sostenibles y 4 casos de éxito de empresas que reportan sus informes de sostenibilidad. Desde CTA, apoyamos la realización de proyectos innovadores que ayuden a las empresas a ser más sostenibles porque es necesaria mucha I+D+i para conseguir los objetivos marcados.

Directiva europea

La Directiva (UE) 2022/2464 (CSRD) requiere que las empresas obligadas a publicar la Información de Sostenibilidad Corporativa lo hagan siguiendo requisitos de los estándares europeos ESRS, en los que se introduce el concepto de doble materialidad. Esto es, analizar el impacto de la organización en el medio ambiente y la sociedad (materialidad de impacto), e identificar cómo los asuntos de sostenibilidad impactan en el valor de la organización (materialidad financiera). Es fundamental que ambos aspectos estén debidamente integrados para que el sector financiero contribuya de forma proactiva y plena al éxito del Pacto Verde Europeo.

Es fundamental enfocar las inversiones en proyectos y actividades sostenibles para lograr una economía circular, competitiva y climáticamente neutra para 2050 cumpliendo así con los objetivos climáticos y energéticos de la UE y alcanzar los objetivos del Pacto Verde europeo. Para lograrlo se necesita un lenguaje común y una definición clara de lo que es "sostenible".

La taxonomía europea es un sistema de clasificación de actividades económicas que permite definir en qué condiciones una actividad contribuye de manera significativa a un objetivo medioambiental de la UE, utilizando criterios basados en la ciencia. Su objetivo es redirigir el flujo de capitales hacia las actividades más sostenibles, evitando así el "greenwashing" o "lavado de imagen verde o ecologista". La Unión Europea ha establecido una agenda precisa para el cumplimiento de la Taxonomía, que tendrá implicaciones para empresas y entidades financieras. Por eso, es importante que las empresas tomen consciencia cuanto antes y establezcan una estrategia de innovación enfocada a la sostenibilidad de sus actividades.

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