
Pedro Sánchez quiere mantener a Nadia Calviño como vicepresidenta primera del Gobierno pese a las aspiraciones de la también ministra de Economía de liderar el Banco Europeo de Inversiones (BEI). La decisión de nombrar al nuevo presidente de la institución europea aún podría retrasarse hasta la primavera de 2024, y mientras eso ocurra Sánchez está dispuesto a mantener el puesto de Calviño en el Ejecutivo.
La decisión del recién elegido presidente del Gobierno es a todas luces acertada. Para empezar, y aunque tenga muchas opciones aún no está garantizado el salto de Calviño al BEI. Pero aunque eso ocurra también es adecuado el interés de Sánchez por aprovechar el trabajo de su vicepresidenta hasta el último momento. Algo comprensible si se tiene en cuenta que Calviño ha sido una piedra angular de la pasada legislatura y su trabajo ha sido clave para que la economía haya aguantado pese al reto que supuso el Covid y la alta inflación. Además, su continuidad en el Ejecutivo permitiría que siga en vanguardia de negociaciones europeas tan importantes como la definición de las nuevas reglas fiscales en la eurozona, al menos hasta que España deje la Presidencia rotatoria de la UE el próximo 1 de enero. Todo ello aconseja la permanencia de Calviño en el Consejo de Ministros mientras sea posible.