
El sector de las telecomunicaciones espera guerras de tarifas y pérdida de valor en el sector en cuanto Zegona formalice la compra de Vodafone España y la fusión de Orange y MásMóvil proporcione músculo al cuarto operador.
En ese escenario, Digi, Lowi y las reencarnaciones de Virgin Telco -todos ellos operadores de bajo precio- marcarán el pulso del mercado con rebajas en las tarifas. Ese nuevo mapa competitivo recibirá el aplauso de los consumidores, que presumiblemente verán reducir su factura en telefonía móvil e Internet. Pero también acarreará un efecto muy pernicioso: la reducción de los ingresos en un sector históricamente deflacionista que retraerá inversiones en los despliegues de infraestructuras de fibra y 5G cuando más falta hacen.