
Amazon tiene sobradas razones para tener la sede de todo su negocio europeo en Luxemburgo, y no solo por la menor tributación que exige ese país. También porque el gigante del comercio electrónico ha logrado en el Gran Ducado compensaciones (créditos) fiscales por valor de más de 5.500 millones debido a las fuertes pérdidas que ha declarado entre 2018-2022. De hecho, en el último ejercicio fiscal registró un resultado neto negativo de 3.385 millones, pese a que sus ingresos siguen creciendo año tras año. Se demuestra así el alto beneficio que Amazon obtiene de una ingeniería fiscal que está permitida en la UE. No obstante, los países cuentan con pleno derecho para reclamar que toda actividad que se desarrolle en su territorio tribute en ese mismo lugar.