
La última encuesta de Bank of America que recoge la opinión de 222 gestores que mueven un patrimonio de 616.000 millones de dólares es continuista con la tendencia de agosto al seguir optando por los sectores más cíclicos. Pero llama poderosamente la atención que los gestores eleven en 30 puntos su exposición a la bolsa de EEUU.
Este incremento pasa factura a Europa, donde las posiciones se mantienen bajas y, especialmente, a los emergentes, donde los encuestados reducen su apuesta en 25 puntos. El miedo a China motiva este retroceso. No en vano, problemas como la crisis inmobiliaria o la elevada deuda provocan que la totalidad de los encuestados atisbe un frenazo en el ritmo de crecimiento del país.
En cuanto a Europa, su debilidad económica, con un crecimiento escaso hasta junio (0,2%) y malas perspectivas para el resto del año por la alta inflación, también avala el menor interés de sus cotizadas para los gestores.
Pese a ello, sorprende el incremento de exposición a la renta variable de EEUU, ya que Wall Street no está barata e indicadores como el S&P cotizan cerca de máximos históricos. Esto evidencia el optimismo del mercado con las perspectivas económicas de EEUU. Algo lógico si se tiene en cuenta que el país sigue creciendo a buen ritmo (2,1% en el segundo trimestre) pese al daño que para la actividad suponen las agresivas subidas de tipos de la Fed.
Unas alzas que, además, han hecho que los precios se acerquen al nivel que se considera normalizado (en el entorno del 2%-3%) al cerrar julio con un alza del 3,2%. EEUU, por tanto, presenta una situación sólida y unas perspectivas mejores que la UE y los emergentes, por el riesgo que supone China, lo que eleva el atractivo de Wall Street para los inversores.