
Renfe contará con un socio de gran peso para desarrollar el Texas Central, el proyecto que unirá con trenes AVE l as ciudades de Houston y Dallas.
Se trata del operador ferroviario público estadounidense Amtrak. El desembarco de esta compañía ofrece a Renfe el complemento que era necesario para llevar a buen puerto una operación de indudable complicación.
La financiación de su cuantioso presupuesto, que ronda los 6.000 millones, se había topado con dificultades. Igualmente arduas estaban resultando las negociaciones de expropiación de terrenos.
Con la colaboración de una empresa tan asentada en EEUU como Amtrak esas complicaciones pueden allanarse sin que Renfe tenga que renunciar a la dirección de las obras y su explotación posterior.