
Todo tiene su fin. Y también, afortunadamente, la campaña electoral. Una campaña de la que lo mejor que puede decirse es que terminó. Y en la que sólo un candidato y un partido, la alternativa popular, ha presentado un programa de gobierno, con propuestas concretas de regeneración política, económica y social y demostrando que tiene un proyecto de país.
Del resto, el que defiende el título, nada nuevo bajo el sol. Tampoco hacía falta porque ya sabemos lo que ha hecho, cómo lo ha hecho y, lo que es más grave, con quién lo ha hecho. Y Los outsiders, en su línea de teloneros del sanchismo para dibujar una campaña en la que la razón política ha sido sustituida por el revanchismo, la confrontación, la testosterona, el sexo adulterado, el insulto y la mentira.
Mentiras como la última de Pedro Sánchez y a sus monaguillos, elevando a la categoría de engaño la confusión de Alberto Núñez Feijóo en TVE con la revalorización de las pensiones, cuando ese error, que luego rectificó, apenas llega a la condición de anécdota o desliz Efectivamente, el Partido Popular no subió las pensiones conforme al IPC en 2012 y tampoco en 2016 y 2017. Pero lo cierto, es que las subió, en contraposición a la congelación real -es decir subida cero- que hizo el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero en 2010 con el voto a favor del entonces diputado del Grupo Socialista, Pedro Sánchez. Congelación y voto afirmativo que Sánchez negó con rotundidad durante su cara a cara con Feijóo en contra de la historia, de las hemerotecas y de las actas del Congreso de los Diputados. Y eso si es mentir, que como define el diccionario es "decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa", con intención de engañar.
También mintió Sánchez cuando el líder Popular le invitó a explicar porqué iba a poner un peaje para circular por las autovías. Porque Feijóo decía sólo lo que apenas 24 horas después corroboraba el director general de Tráfico, Pere Navarro, asegurando que el peaje en las autovías sería obligatorio en 2024. Mintió porque el peaje obligatorio se recoge en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, aprobado por el gobierno en abril de 2021 en el que se afirma textualmente que "el objetivo de esta medida que se articulará mediante una Ley es proporcionar el marco normativo de base para la nueva política de movilidad en España basada en la mejora de la sostenibilidad y la dimensión digital. La Ley que se promulgue contemplará como mínimo: La creación de un mecanismo de pago para el uso de las carreteras del Estado, que comenzará a funcionar a partir de 2024 con arreglo al principio de quién contamina paga".
Pero es que la mentira es consustancial a Pedro Sánchez. Mintió al plagiar su tesis doctoral. Mintió cuando dijo que no podría dormir con Pablo Iglesias en el gobierno para luego hacerle vicepresidente. Mintió cuando garantizó que nunca pactaría con Bildu y le convirtió en socio preferente. Mintió en la gestión y en las cifras de fallecidos durante la pandemia del COVID 19. Mintió cuando dijo que iba traer a Puigdemont de vuelta a España para luego derogar la sedición e indultar a los golpistas catalanes.
Y ahora vuelve a mentir, o lo hacen en su beneficio, el presidente del Senado y el boletín oficial del sanchismo cuando atribuyeron a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen un comentario en el que se refería a Núñez Feijóo como un hombre sin ideas. Pocas veces ha realizado la Comisión Europea un desmentido tan contundente y, por iniciativa propia. "Negamos categóricamente cualquier declaración atribuida a la presidenta Von der Leyen en este artículo. Esto simplemente no es cierto y deseamos dejar las cosas claras", ha escrito en Twitter la portavoz del Ejecutivo comunitario, Dana Spinant.
Y para fin de fiesta los estrategas del sanchismo nos amenizaron con el show de Zapatero y su teoría del infinito. "El infinito es el infinito" nos ilustró el hombre que llevo a España al mayor desastre económico desde la Transición. Claro que hablando de infinitos, parece oportuno recordar esa sentencia de la Biblia (Eclesiastes 1.15) stultorum infinitus est numerus, o en román paladino, el número de tontos es infinito Pues sobre todo esto también decidimos en las urnas el domingo.