Las declaraciones de ayer del director de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro, en las que aseguraba que es una "exigencia" de Bruselas que las autovías tengan peajes en 2024, confirmando el polémico cobro en las vías que el PP metió en campaña, pero finalmente acabaron siendo desmentidas por el Gobierno y por el propio organismo que dirige.
En una entrevista en TV3, Navarro indicó que "es una exigencia, se tiene que hacer" y pidió sacarlo del debate electoral y alcanzar una acuerdo político sobre el asunto. Incluso comentó que existen varios modelos sobre la mesa, que incluyen el sistema por viñeta o el pago por kilometraje.
Ante el revuelo generado por las declaraciones de Navarro, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, salió a desmentir que el Gobierno esté pensando en imponer peajes por el uso de las carreteras, recordando que en la última legislatura su Ejecutivo ha eliminado el pago en más de 1.000 kilómetros de autopistas: "Quiero desmentir categóricamente que el Gobierno esté pensando en la imposición de peajes por el uso de carreteras. Además, sorprende muchísimo la hipocresía del Partido Popular, que fue quien encargó precisamente estudios para implantar peajes a partir del año 2021, y además, la hipocresía reforzada de muchos líderes del PP, que en privado reconocen que están a favor de un sistema como este", declaró.
La propia DGT emitió un comunicado para lamentar la "confusión" de su director, precisando que el organismo no dispone de "ningún tipo de información directa ni competencias atribuidas para poder pronunciarse" sobre esta cuestión.
La confusión protagonizó uno de los momentos más tensos del debate a siete celebrado anoche en TVE. El representante socialista, Patxi López, y la del PP, Cuca Gamarra, se enzarzaron precisamente por mantener la segunda la versión de Navarro y recriminarle el primero "mentir a sabiendas", incidiendo en la aclaración posterior.
El Gobierno encargó un estudio que concluirá en unos años
Con motivo de la petición de los fondos europeos en el marco de la crisis del coronavirus, el Gobierno incluyó el estudio de un sistema de pago por uso en las autovías, en línea con lo que se hace en la mayoría de países europeos como en Francia, Italia o Portugal, que contribuiría a rebajar el déficit de 9.000 millones de euros que existe actualmente en la conservación de carreteras y hacerlas más seguras.
El Ejecutivo ha trasladado en varias ocasiones que en los próximos años se presentarán las conclusiones de ese estudio: podría derivar en un pago simbólico, el uso de viñetas, podría excluir del pago a transportistas o plantear bonificaciones en función de la renta, o incluso ser gratis para personas que se desplazan por motivos de trabajo o estudios.
Desde el mundo empresarial creen que la instauración de peajes es una necesidad para mantener en condiciones seguras las carreteras. Recientemente, desde la principal empresa operadora de autopistas, Abertis, se pidió a los dos principales partidos, PSOE y PP, que no se echasen en cara esta medida al ser "impopular pero necesaria".